jueves, 30 de agosto de 2018
OUTSIDER
Tenía ganas de que en Gijón hubiera un concierto apetecible más allá de las propuestas mainstream de los diferentes eventos veraniegos y de un Tsunami al que no pude asistir. Hoy, en la sala Memphis, asistiremos al recital de uno de esos tipos que llevan años pateándose la carretera para mostrar al público sus canciones, que son reflejo de su pequeña parte del mundo.
Si uno mira de forma somera la biografía de Jesse Dayton, quizá lo que más le llame la atención sean sus colaboraciones en discos de Johnny Cash, Willie Nelson o Waylon Jennings y su aportación musical en películas de Rob Zombie, pero eso son sólo detalles en una dilatada y muy interesante carrera que se cierra, hasta el momento, con un maravilloso álbum lanzado este año y titulado The outsider; en él, Dayton repite su fórmula de country y rock & roll a partes iguales con canciones quizá más rotundas y contundentes que en el anterior «The revealer», con la voz de Jesse sonando más grave y la música con un sonido más grueso, como se demuestra en «May have to do it (don't have to like it)», «Jailhouse religion», «Hurtin' behind the pine curtain», «Tried to quit (but I just quit tryin')» y en general durante la media hora que dura este compendio de historias costumbristas sobre perdedores, rufianes, fereligiosa y el bestiario habitual de la Texas natal de Dayton, que hoy se mostrará ante los ojos de los que vayamos a verle en directo.
Jesse Dayton - The outsider (Deezer)
viernes, 17 de agosto de 2018
EL LEGADO
Ya hablé de Nikki Hill anteriormente con motivo de la aparición de su segundo disco, Heavy hearts, hard fists y hoy me parece una ocasión pintiparada para volver a mencionar a la cantante de Saint Louis, heredera directa de Aretha, Etta James, Rosetta Tharpe, Big Mama Thornton, Tina Turner y, por qué no decirlo, Little Richard. Además, su debut en larga duración, Here's Nikki Hill, es mucho más proclive al rythm n' blues, el soul y el rock & roll más primigenio. En temas como «I've got a man», «Gotta find my baby», «Strapped to the beat» o «Who were you thinking of?» (puro motown) se adivina un profundo conocimiento de la obra y las maneras de todas estas grandes intérpretes y, para cerrar, una joya llamada «Hymn for hard luck» que podría haber sido escrita perfectamente para que la interpretase Aretha. Sólo nos queda esperar que, dentro de muchos años, cuando Nikki sea mayor, nos quede su maravillosa obra y artistas a las que podamos reconocer como deudoras de ella.
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