viernes, 25 de mayo de 2018

PERRO LADRANDO EN INGLÉS



La separación de Diamond Dogs me dolió mucho, lo reconozco, los suecos eran una de las bandas de mi vida, tengo todos sus CD's y los he visto en directo cada vez que han pasado por Gijón, y no han sido pocas. Lo cierto es que, una vez pasado el duelo, lo entendí todo mucho mejor, tras la muerte de Magic Gunnarsson la banda quedaba en manos de Sulo y, en menor medida, del teclista Henry Duke of honk Widen, los demás eran miembros perfectamente prescindibles como lo habían sido, no sin alguna objeción, sus antecesores, como el vocalista y su compañero andaban envueltos en otros proyectos, estaba claro que Diamond Dogs era un pasado al que no les apetecía aferrarse, y tal vez esa fuera la decisión más justa y sincera, pero, al menos a mí me pasa, se tiende a ser irracional con aquello que se ama y un mundo sin Diamond Dogs me parecía un mundo (aún más) de mierda.

Sulo continuó con su carrera en solitariuo y también unido a The Crunch!, un grupo con insignes componentes como Dave Tregunna, de Sham 69, o Terry Chimes, de The Clash, y que practicaba un rock con efluvios del punk del '77 y ciertos toques rocksteady, reggae y new wave. Yo creía que, si quedaba algo de la energía de los perros diamante, tendríamos que esperar a que Widen se decidiera a grabar algo, pero, para mi sorpresa y alborozo, estaba equivocado.

El año pasado Sulo lanzó un nuevo LP en solitario, Full english, en el que decía haber dado rienda suelta a sus principales influencias, que eran grupos británicos en su mayoría, y no le falta razón, la influencia de Faces, Stones, Mott the Hopple y los guiños glam a Bowie y T. Rex es notable y evidente, pero realmente este es un disco de Diamond Dogs, no es como los anteriores LP's en solitario de Sulo, con el de Katrineholm dando cancha a sus facetas más pop y folk y jugando a ser Rod Stewart. Aquí se pone toda la carne en el asador, canta con su voz etílica y libidinosa de los buenos tiempos entre grandes riffs y se pasea con absoluta categoría y soltura entre el  rock & roll, blues, boogie y country. El único mínimo pero que le podríamos poner es la falta de un saxofón en ciertos temas, pero es perfectamente comprensible, la sombra de Mats Gunnarsson sigue siendo muy alargada. Para colmo, el disco se compone de una parte de bonus tracks que incluyen dos temas con la colaboración de Billy Bremner (el guitarrista de Rock pile, no el difunto capitán del Leeds United), otro con Robert Wyatt y los  covers de «Roxette», de Dr. Feelgood y contando con Wilko Johnson, «Borstal breakout» de Sham 69 (con su amigo Tregunna al bajo), «Roses and rings», de The Quireboys, un emocionante, sensible y tabernario dueto con Spike, vocalista de los de Newcastle y «Teenage depression» de Eddie & The Hot Rods, en el que interviene Dave Higgins, guitarrista original de la banda.

Hoy no voy a destacar ninguna canción por encima de otra porque no puedo ser objetivo con este disco, me parece una jodida maravilla desde la primera a la última nota y me retrotrae a la época en la que aún existía una banda que fue mucho más que un grupo de rock para mí.

Sulo - Full english (Deezer)

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