jueves, 28 de junio de 2018

NO TE MUERAS NUNCA, FANTASTIC NEGRITO



Hay cosas que para saberlas no basta con haberlas aprendido (Séneca)



Valoro mucho a gente como Jack White, Black Keys y Kaleo, entre otros, son grandes estudiosos de las músicas del siglo pasado y no son nada malos a la hora de plasmar esa educación en sus propias composiciones, sin embargo, no dejan de ser chicos blancos que se han acercado a las raíces de algo que jamás podrán considerar propio al 100% porque ni ellos ni sus antepasados han pasado por las penurias de las que hablan los artistas en cuya obra se han sumergido. Por otro lado, tenemos a gente como Curtis Harding o el autor de nuestro disco de hoy, que resultan mucho más convincentes porque ellos y sus entornos sí han vivido las vicisitudes que narran su música; buena muestra de ello es este trallazo titulado Please, don't be dead.

Fantastic Negrito es lo que el cine americano ha conceptuado como buscavidas, este personaje a punto de entrar en la cincuentena, nativo de Massachusets y criado en la salvaje Oakland, ha conocido en primera persona el mundo de las bandas y el trapicheo de estupefacientes, la violencia de las armas de fuego, el racismo y brutalidad de la policía, el tener que huir a otra ciudad asediado por sus negocios turbios y convertirse en un mayorista de marihuana, el iniciar una carrera bajo el desafortunado apelativo de X Factor y estar a punto de morir por culpa de un conductor borracho (ese incidente provocó la foto que ilustra el disco). Este cocktail de experiencias, unido a la pericia compositiva de este hijo de inmigrante somalí, realmente llamado Xavier Dphrepaulezz, han dado origen a una buena cantidad de buenas canciones de un sonido que el define como black roots y que no es sino una amalgama perfectamente sincronizada de blues contundente, «Bad guy necessity»; funk, «Bullshit anthem»; una melancólica balada titulada «Dark windows», dedicada a Chris Cornell al que teloneó en la gira de su disco anterior; rock, «Plastic hamburguers»; esta mezcolanza en la que también se incluyen gospel, soul y más elementos de la tradición de la música negra.

El único óbice que veo en Fantastic Negrito es que creo que, supongo que involuntariamente, se ha convertido en un hype, hace un estilo de música que siempre ha sido bien acogido por esa parte de público mainstream que ejercen de cazadores de tendencias para luego dejar de prestar atención a artistas a los que encumbraron previamente. Quizá ahí esté el enésimo desafío en la historia de Fantastic Negrito, seguir dando lo mejor de sí mismo cuando los fans veletas le abandonen como su equipo de baloncesto, los Golden State Warriors, abandonarán su amado Oakland.

Fantastic Negrito - Please, don't be dead



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