Comencé esta aventura hace más de cuatro años para narrar lo mucho que me había gustado un concierto de mis adorados Burning, después decidí pasar regularmente por esta ventana para mostrar mis inquietudes, mayormente musicales (aunque también hubo espacio para otras cosas). Ahora se avecina una época de grandes cambios en mi vida y, pese a ser cambios para bien, veo que en esta nueva singladura no habrá sitio para Nicotina Eléctrica, es más, quizá estas alteraciones hagan a este blog perder su sentido, por ello, cuando termine este post, no volveré a escribir en él. No pienso borrarlo tampoco, fue algo importante para mí y, quien sabe, quizá pueda resultar útil a alguien si un buscador le trae hasta aquí en busca de algún tema que yo haya tocado.
He de decir que cuando inicié este periplo sólo pensé en hacer algo que me gustara a mí, de poder escribir sobre aquello que me emocionaba y casi siempre sobre cosas que me gustaban, más que nada porque no me he encontrado demasiado a gusto cuando he escrito sobre algo que no me agradara, creo que eso está bien y, modesta y personalmente, yo estoy contento con el resultado porque Nicotina Eléctrica ha cumplido el fin individualista para el que fue creado, si alguien más ha conocido algo que le gustara o simplemente ha pasado un buen rato leyéndolo, miel sobre hojuelas.
Esto se acaba, es hora de dejar a este espacio arrastrarse hacia esa vorágine que son las páginas no actualizadas y decirle adiós como al último trago de cerveza, la última calada del cigarro, el último beso del amor, como a Ruby Tuesday...
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