martes, 27 de diciembre de 2016

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Se va acabando el año y, como viene siendo tradición, la Nicotina Eléctrica elige sus discos favoritos del año, hay cosas notables, también ha habido decepciones mayúsculas como los discos de Iggy Pop y Pretenders, pero quedémonos sólo con lo bueno. Ya sabéis la temática, las elecciones no siguen ningún tipo de orden y he desechado recopilatorios y directos. Vamos allá:

THE ROLLING STONES - Blue & Lonesome: Los más grandes volvieron a la jungla discográfica con un disco que rinde homenaje a sus héroes del blues.

LOS ZIGARROS - A Todo Que Sí: La segunda entrega de la banda de los hermanos Tormo y compañía los consolida como la gran esperanza del rock & roll patrio.

CHEAP TRICK - Bang, Boom, Crazy... Hello: Otros míticos que volvieron. Energía y electricidad por un tubo en un disco muy divertido.

STAR MAFIA BOY - Adicto A La Pelea: El madrileño nos regaló este año un puñado de buenas canciones con la garra e intensidad acostumbradas.

WATTS - The Black Heart Of Rock & Roll: Esta banda de Boston nunca decepciona, siempre a medio camino entre el rock más clásico y la fiereza punk.

THE NEW ROSES - Dead Man's Voice: Estos teutones saltaron a la fama con un tema de su anterior disco incluido en la BSO de Sons Of Anarchy y en su segundo trabajo confirman las buenas sensaciones de su debut.

D GENERATION - Nothing Is Anywhere: La vuelta de unos míticos del punk neoyorquino
 fue sin duda uno de los acontecimientos musicales del año.

DRIVE-BY TRUCKERS - American Band: Los de Georgia lanzaron en 2016 un álbum que constituye un fiel documento de la convulsa realidad estadounidense hoy en día.

KURT BAKER COMBO - In Orbit: Un nuevo pildorazo de power pop y rock & roll de la mano de este chico de Portland afincado en Madrid.

THE CULT - Hidden City: Ian Astbury y los suyos dejándonos otra entrega de rock oscuro y profundo.

WILLIE NILE - World War Willie: Rock sencillo y de inspiración songwriter para un clásico.

ROBERT PEHRSSON'S HUMBUCKER - Long Way To The Light: El rock sueco se ve representado en esta lista por el magnífico LP de este reputado y experimentado guitarrista.

WOLFMOTHER - Victorious: La regeneración de los australianos nos regaló más dosis de su contundente y setentero hard rock.

THE BREW - Shake The Tree. El inusual combo facturó uno de los mejores discos de este año.

CHARLES BRADLEY - Changes: Este soul man volvió con otro ejemplo de la calidez y sinceridad de su magnífica voz.

GREG «PREVOST» STACKHOUSE - Universal Vagrant: El ex frontman de los Chesterfield Kings lanzóhace un par de semanas nuevo disco. Una brutal mezcolanza de blues rock & roll.

En fin, esta es mi lista, pero tampoco quiero olvidarme de otros discos que este año me han gustado, lo último de Glenn Hughes, Dead Daisies, Bob Dylan, Ming City Rockers o The Fleshtones, por poner unos ejemplos.

Por último quisiera cerrar esta última entrada del año con un sentido homenaje a Rick Parfitt, guitarrista de los geniales Status Quo, que falleció este pasado sábado.

Status Quo - Mean Girl

P.S.: Feliz año a todos y Rockin' Good, Peanuts!

viernes, 16 de diciembre de 2016

OÍR PARA CREER



La formación original de Guns N' Roses se ha reunido para una gira (bueno, realmente este dato es inexacto, pues faltan Izzy Stradlin y Steven Adler, incluso hubiera sido más justo que tocaran sus sustitutos Gilby Clarke y Matt Sorum). El caso es que este tour está siendo la comidilla del mundo del rock y yo todavía no me he decantado por dar rienda suelta al fan que está encantado por que los viejos héroes se reúnan o al desconfiado que ha visto a muchas bandas juntarse sólo por la pasta  y arrastrarse por los escenarios.
De lo que sí estoy seguro es de cuánto me gusta el debut en solitario de Duff McKagan, un disco nacido en el año 1993, cuando la banda aún no se había separado (yo me niego a llamar Guns N' Roses a todo lo que ocurrió cuando Slash y Duff claudicaron) y que significó un soplo de aire fresco ante el colosal despropósito en el que se estaba convirtiendo el combo angelino.

Lo primero que hay que decir de este Believe in me es que se nota que es un disco en solitario, pese a contar colaboraciones de sus compañeros de banda, y eso en este caso no resulta nada malo; alejado de la obligación de contentar a los millones de fans de los Guns, Duff da rienda suelta a todo lo que lleva dentro de sí mismo como músico, letras personales y una amalgama de estilos que sorprendería a aquellos que, acertadamente, consideraban a McKagan la parte más punk de su banda madre, eso se demuestra en temas como «Just not there», la muy gráfica «Punk rock song» o el tema título, dentro del rock más convencional situaríamos «I love you», «Man in the meadow», «Swamp song» (con Jeff Beck enorme a la guitarra) o «Trouble», el dueto con Sebastian Bach, de Skid Row; pero también están los guiños industriales de «Fucked up (Beyond belief)», un funk rock, «The majority», denso e intenso que dejaría a los RHCP a la altura del betún en el que colabora Lenny Kravitz y que está dedicado a Tipper Gore, esposa del por entonces vicepresidente de los USA y presidenta del PMRC, es decir, los autores intelectuales de la famosa pegatina de Explicit lyrics que pobló los discos de rock hastahace relativamente poco, o un delirante «Fuck you» con el por entonces famoso Doc Newman rapeando para llegar a un estribillo gamberro y etílico. También existe tiempo para la relajación, canciones como «Could it be you» (nada que ver con «You could be mine»), una hermosa mezcla entre Hammond y melotrón, la balada « Ten years» y «Lonely tonite», que cierra el LP con ecos blueseros y jazzísticos.

Después de Believe in me y tras la marejada que se llevó por delante a G'N'R, Duff siguió su carrera en solitario y colaborando en diversos proyectos, unos mejores, otros peores, pero si uno realmente quiere conocer a fondo, y alejado de las enormes sombras de Axl y Slash, a este ejemplar músico, este es el disco.

Duff - Believe in me (Deezer)

viernes, 9 de diciembre de 2016

TANGLED UP IN BLUES



Mi primer contacto con el blues ocurrió cuando yo ni siquiera sabía que había un estilo musical que se llamaba así. Me extrañaba que la serie Hill Street Blues aquí se tradujera como Canción triste de Hill Street, pues en aquel momento, con ocho o nueve años, la palabra inglesa blue significaba «azul» y sólo eso, así que me rechinaba que tradujeran así una expresión que creía iba dirigida al color de los uniformes de policía (lo cual no era del todo falso, pero sólo era una parte de un juego de palabras). Años más tarde, cuando comencé a interesarme por el rock & roll en sus diferentes vertientes, me fui acercando al blues gradualmente, todo empezó con los arrebatos blueseros de bandas favoritas como los Stones, Doors, Zeppelin, Eric Clapton o ZZ Top, después me sumergí en grandes del estilo como B.B. King, Stevie Ray Vaughan, Muddy Waters o Howlin' Wolf, para retrotraerme a los míticos del Delta como Charley Patton o Robert Johnson y conocer concepciones más modernas como las de Johnny Lang, Vargas Blues Band o Deltonos o las diferentes aventuras del gran Gary Moore tras dejar de lado el hard rock.

Total, que así fue como me imbuí del estilo de esa música, indudable precursora de cualquier variante de rock y, por si a alguien se le hubiera llegado a olvidar, ahora los Rolling Stones lanzan un disco, el primero en un montón de años, dedicado a interpretar covers de artistas de blues americanos que tanto les influyeron en sus comienzos; así, grandes del género como Little Walter, Willie Dixon, Magic Sam o Eddie Taylor vuelven a la vida en las manos y las voces de unos Stones que suenan sorprendentemente frescos e inspirados bajo los efluvios de sus maestros, Richards y Wood pletóricos con unas guitarras que destilan sabor añejo, un Charlie Watts infalible a la batería y un Jagger estupendo a la armónica y meritorio a la voz, aunque quizá no sean estas las canciones más adecuadas para su timbre vocal.

Temas como «Commit a crime», «I gotta go»,  «Ride 'em on down» o «Hoo doo blues», sólo por citar algunas, nos devuelven a dos leyendas, la de los Rolling Stones, que siguen siendo la mejor banda de la historia cuando se remangan y se ponen con lo que mejor saben hacer y la de estos impresionantes músicos y compositores que se dedicaron, con o sin ayuda del diablo, a sangrar melodías y tristes historias anegadas en un mar de alcohol jalonado con corazones rotos y mujeres que se van.

The Rolling Stones - Blue & Lonesome