viernes, 9 de diciembre de 2016

TANGLED UP IN BLUES



Mi primer contacto con el blues ocurrió cuando yo ni siquiera sabía que había un estilo musical que se llamaba así. Me extrañaba que la serie Hill Street Blues aquí se tradujera como Canción triste de Hill Street, pues en aquel momento, con ocho o nueve años, la palabra inglesa blue significaba «azul» y sólo eso, así que me rechinaba que tradujeran así una expresión que creía iba dirigida al color de los uniformes de policía (lo cual no era del todo falso, pero sólo era una parte de un juego de palabras). Años más tarde, cuando comencé a interesarme por el rock & roll en sus diferentes vertientes, me fui acercando al blues gradualmente, todo empezó con los arrebatos blueseros de bandas favoritas como los Stones, Doors, Zeppelin, Eric Clapton o ZZ Top, después me sumergí en grandes del estilo como B.B. King, Stevie Ray Vaughan, Muddy Waters o Howlin' Wolf, para retrotraerme a los míticos del Delta como Charley Patton o Robert Johnson y conocer concepciones más modernas como las de Johnny Lang, Vargas Blues Band o Deltonos o las diferentes aventuras del gran Gary Moore tras dejar de lado el hard rock.

Total, que así fue como me imbuí del estilo de esa música, indudable precursora de cualquier variante de rock y, por si a alguien se le hubiera llegado a olvidar, ahora los Rolling Stones lanzan un disco, el primero en un montón de años, dedicado a interpretar covers de artistas de blues americanos que tanto les influyeron en sus comienzos; así, grandes del género como Little Walter, Willie Dixon, Magic Sam o Eddie Taylor vuelven a la vida en las manos y las voces de unos Stones que suenan sorprendentemente frescos e inspirados bajo los efluvios de sus maestros, Richards y Wood pletóricos con unas guitarras que destilan sabor añejo, un Charlie Watts infalible a la batería y un Jagger estupendo a la armónica y meritorio a la voz, aunque quizá no sean estas las canciones más adecuadas para su timbre vocal.

Temas como «Commit a crime», «I gotta go»,  «Ride 'em on down» o «Hoo doo blues», sólo por citar algunas, nos devuelven a dos leyendas, la de los Rolling Stones, que siguen siendo la mejor banda de la historia cuando se remangan y se ponen con lo que mejor saben hacer y la de estos impresionantes músicos y compositores que se dedicaron, con o sin ayuda del diablo, a sangrar melodías y tristes historias anegadas en un mar de alcohol jalonado con corazones rotos y mujeres que se van.

The Rolling Stones - Blue & Lonesome

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