viernes, 14 de abril de 2017

PARA NO OLVIDAR



Hace algunos meses la cadena de televisión HBO decidió cancelar la serie Vynil, una historia basada en las aventuras y desventuras de Bobby Finestra, propietario de una compañía discográfica en los años setenta, con la eclosión músical y artística de la ciudad de Nueva York en aquellos años como trasfondo. Bien es cierto que la serie, que contaba con Martin Scorsese y Mick Jagger como productores, no pasaba de lo discreto en lo argumental y no era el producto estrella que HBO, últimamente más obsesionada por repetir el éxito de Juego de tronos que por ofrecer productos de calidad como había hecho anteriormente con Los Soprano o The wire, andaba buscando, pero Vinyl no dejaba de constituir un buen recuerdo a una época cuyo testimonio artístico y musical es indiscutible, pero que a nivel audiovisual sólo es recordada por diversos documentales, basados en el cliché y siempre desde un punto de vista partidista, y una película sobre el CBGB de resultado bastante irregular.

Nuestros protagonistas de hoy son unos grandes olvidados de aquellos tiempos, jamás obtuvieron el reconocimiento de Ramones, New York dolls, Dictators, Richard Hell & The Voivods, Johnny Thunders o Wayne (posteriormente Jayne) County, pero este trío neoyorquino llamado The Victims(no confundir con la banda punk australiana del mismo nombre) facturaron en 1979 un muy buen LP, digno de mención.

Real wild child toma su nombre, por supuesto, de la canción de Johnny O'Keefe que sería versionada, entre otros, por el gran Iggy Pop, la banda también hace su propia revisión de este clásico, una bestial reinterpretación, cruda y garagera, y eso también podría ser lo que marcara distancia entre The Victims y sus coetáneos, que a este grupo siempre se le ha tildado de garage o se le ha conferido esa etiqueta tan extraña llamada proto-punk, pero lo cierto es que, más allá de su primtiva producción, en este disco hay temas realmente punk como «Dance with you, baby», «Victim's theme», «Too late», «She's so hot» o «Buy your love», por ejemplo, que seguramente hayan sonado en el CBGB o el Max's Kansas City con la misma potencia que cualquier tema de Ramones o Dictators.

Si os habéis llevado un chasco con la cancelación de Vinyl y os apetece reivindicar esa época tomando cierta distancia sobre los popes de aquella corriente, escuchad este Real wild child, seguramente el disco que los Nasty Bits hubiesen hecho si les hubieran dejado.


The Victims - Real wild child (Deezer)

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