viernes, 10 de abril de 2015

WHAT'S OLD, PUSSYCAT?



En mi opinión existen dos momentos claves en la famosa y añorada explosión del glam metal, hair metal, sleazy rock o cómo se quiera llamar a aquella corriente de grupos rockeros de look andrógino que apareció sobre todo en la ciudad de Los Angeles en la década de los ochenta. El primer punto álgido fue el lanzamiento del "Too Fast For Love" de Mötley Crüe en 1981 que significó el pistoletazo de salida para el lanzamiento de esta vertiente musical, el otro fue el "Apetite For Destruction" de Guns N' Roses, que llevó este estilo a un nuevo nivel en cuanto a actitud y sonoridad hasta que, como decía Mickey Rourke en "The Wrestler", llegó ese marica de Cobain y lo jodió todo (cosa con la que no estoy del todo de acuerdo).

Por en medio de los dos momentos anteriormente citados hubo apariciones reseñables de grupos que, sin llegar a los niveles de los previamente aludidos, consiguieron labrarse una carrera a base de discos meritorios y buenos conciertos, bandas como Poison, Cinderella, Company Of Wolves, Rock City Angels, L.A. Guns o nuestros protagonistas de hoy.

Faster Pussycat tomaron su nombre de una película de culto de los sesenta (cabe destacar que el director, Russ Meyer, dirigiría el primer videoclip de la banda) y en 1.987 lanzaron su primer LP, bautizado con el nombre del grupo, con el que consiguieron hacerse un nombre en la escena angelina pese a la enorme competencia existente, y es que, pese a no significar ninguna novedad en aquel mapa musical, "Faster Pussycat" es un disco con buenas canciones  muy bien interpretadas, la vibrante voz de Taime Downe y, sobre todo, el trabajo guitarrístico de Brent Muscat y Gregg Steele compusieron un disco de sonido sucio y barriobajero en el que se incluían temas típicos del sleazy que perfectamente podría haber sido escritos por Nikki Sixx, Bret Michaels o Tracii Guns como la inicial "Don't Change That Song", "Smash Alley" o "Shooting You Down", pero este trabajo también dejaba asomar otras influencias y nos mostraba temas fronterizos con el punk como "Cathouse", rezumando Hanoi Rocks y New York Dolls por todos lados, un medio tiempo absolutamente stoniano, de título "No Room For Emotion", trallazos boogie-rock, "Don't Change That Song" y "Ship Rolls In". Por otra parte, "Babylon", que años más tarde versionarían Backyard Babies, supura espíritu AC/DC (aunque sobra ese scratch de adorno), "City Has No Heart" nos devuelve la influencia de los New York Dolls y  "Bottle In Front Of Me", rítmica y poderosa, cierra el disco de forma contundente.

"Faster Pussycat" no será un trabajo que veáis figurar en ninguna lista especializada, es más, los críticos (es decir, los músicos frustrados) convienen en afirmar que ni siquiera es el mejor disco de la banda, pero a mí siempre me ha parecido uno de esos discos que suenan y huelen sábado por la noche, a Gibson Les Paul, Jack Daniel's, maquillaje y sexo clandestino. Y puede que eso valga más que toda la pericia musical y el sonido limpio del mundo.

Faster Pussycat - Faster Pussycat


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