jueves, 20 de octubre de 2016

FILTHY LUCRE: POPSMEAR



En ocasiones he comentado la revolución que constituyó el alzamiento del rock alternativo -encabezada por las bandas denominadas grunge-, que supuso un duro golpe para las formaciones exitosas de la década anterior, y cómo hubo bandas que en un patético intento por amoldarse a aquella actualidad intentaron grungerizar su música (Slang, de Def Leppard y Waiting for the punchline, de Extreme, serían los casos más sangrantes). También escribí en otra entrada sobre Demolition 23, proyecto del gran Michael Monroe que no recibió la consideración merecida. Lo que se me olvidó mencionar es que esta práctica de formar nuevos grupos tuvo cierta habitualidad durante la década de los noventa entre músicos que hubiesen alcanzado la fama en decenios anteriores, como la unión del guitarra de los Sex Pistols, Steve Jones, con miembros de Guns N' Roses dando forma a los Neurotics Outsiders o la banda protagonista de hoy.

Phil Lewis, vocalista de los L.A. Guns, se encontró en una encrucijada; ante la pujanza de los oscuros sonidos llegados del norte del país, su banda decidió tomarse un descanso para meditar hacia dónde conducir su situación. Lewis debió pensar que a problemas complicados, soluciones simples, y así se decidió por montar un nuevo proyecto con el guitarrista de Sid Vicious, London Cowboys y The Idols, entre otros, el mítico músico punk Steve Dior. Llamados como una canción de los Sex Pistols que L.A. Guns solían versionar, «Filthy lucre», esta banda lanzó al mercado un único disco titulado Popsmear.

Lo primero que uno escucha en este LP sorprende, se trata de «Ariata» una intro de poco más de un minuto y medio, de ritmo lento, bajo machacón y voz y guitarra distorsionadas fronteriza con el grunge. Por suerte, se trata de un juego que tendrá poca continuidad, «Out of control» inicia las hostilidades con un riff superacelerado y fronterizo entre el punk y el hard rock para dar paso a «Black Cadillac», puro y genuino sleazy californiano. «Baby I want» también tiene ciertos ecos noventeros por su ritmo lento y enfermizo y la preponderancia dela sección rítmica deMC Bones y Sasha Krivtsov, pero da paso a la joya stoniana y contundente que es «Hollywood», diversión y perversión en poco más de cinco minutos.
«Milk my money» es otra demostración de cock rock digna de la banda de la que procedía Lewis o los mismísimos Mötley Crüe y nos lleva hasta «Brand new deal», que amaga con noventear con un inicio parecido a «Ariata» pero rompe a hard rock puro y duro. El punk retorna de la mano de «Suksex», claramente influenciada por Dead Boys o Ramones y continúa con «Can't kick», canción compuesta por Steve Dior y Johnny Thunders en la época en la que el guitarrista frecuentaba al genio neoyorquino.
La guinda la pone «Ladbroke grove», con cierto groove reggae y estribillo inequívocamente pop.

Phil Lewis comentó en una entrevista que este proyecto le sirvió para volver a todo aquello por lo que se había hecho cantante de rock & roll, los ensayos, grabaciones y conciertos tomando tequila, girar en camioneta y tocaren garitos de mediana capacidad. Quizá esa sea la mejor definición que se pueda dar a este trabajo: Rock simple, enérgico y sin complicaciones.
Nada más y nada menos.

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