miércoles, 26 de octubre de 2016
MEJOR SOLOS QUE CON DAN AUERBACH
Nunca me han gustado los productores estrella, creo que muchos de ellos han sido un lastre importante para los discos en los que han trabajado a base de querer imponer su propio sonido sin importarles el faltar a la identidad y características de la banda. El tristemente desaparecido Scott Weiland se pronunció en términos parecidos hablando de la frustrada sociedad entre Rick Rubin y Velvet Revolver, comentando que el barbudo productor simplemente quería que Slash y los demás depositasen sus grabaciones en el estudio y le dejaran hacer sin tener en cuenta el parecer de los propios músicos.
Parece que a esta plutocracia del sonido formada por nombres como Rubin, Butch Vig o Bob Rock, entre otros como Nigel Walker a un nivel más modesto, tenemos que añadir el nombre de Dan Auerbach, líder de Black Keys y que se ha puesto a los mandos del estudio en el último trabajo de Pretenders hasta la fecha, Alone.
Vaya por delante que a mí no me desagradan los Black Keys, no me parecen la maravilla que algunos pregonan, pero tengo buen concepto de su música. Lo que no es de recibo es que pretenda trasladar este sonido a la banda de pop-rock británico más arquetípica que uno recuerda y que la urgencia y guitarras enérgicas pero sencillas de «Precious», «Back on the chain gang» o «The wait» sean sustituidos por guitarras pesadas y gruesas al estilo blues americano («Alone», «Gotta wait») y ejecuciones que llegan a acariciar por momentos los sonidos que han puesto de moda todas estas bandas indie tan espantosas que hacen canciones basadas en el country y el folk («Roadie man», «Let's get lost»), incluso la canción que cierra el disco, «Holy commotion», recuerda al hype de la banda de Auerbach, «Lonely boy», quién sabe si con ánimo de captar nuevos adeptos en otro tipo de públicos.
Por supuesto, este despropósito no es únicamente culpa del de Ohio; Chrissie Hynde, cabeza visible de la banda londinense y única voz autorizada, ha sido la responsable de elegir al productor y ella sabrá el porqué, si la idiosincrasia de Pretenders ya no le importa lo más mínimo o si prefiere guardar ese sonido para su carrera en solitario ( su debut del 2014, Stockholm, sonaba mucho a pop rock vitamínico), el caso es que el error y la falta de lealtad a los incondicionales son mayúsculos.
Alone saldrá oficialmente a la venta pasado mañana. Para entonces espero haberme olvidado de él...
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