viernes, 28 de noviembre de 2014

MING CITY ROCKERS



"Escuchamos The Stooges, Eddie Cochran, Gene Vincent y nada más".
"Las canciones de tres acordes están bien, pero si pueden ser de dos, mejor".
Estas dos frases son bastante representativas de la banda de la que voy a hablar hoy, descubierta gracias a "El Sótano" y el gran Diego RJ, aunque en el caso dela primera quizá exista una cierta exageración. Ming City Rockers son una banda británica, de Immingham más concretamente que practican un Rock & Roll sucio, urgente y primitivo que los emparenta con la banda de La Iguana de Detroit, esa es la impresión que dan al escuchar la canción que abre su disco homónimo y primer single, "I Wanna Get Out Of Here But I Can't Take You Anywhere", pero, aunque sí la más evidente, The Stooges no son la única influencia de estos tres chicos con chica al bajo, las reminiscencias a los dos rockeros clásicos arriba mencionados se ven claramente en "Twist It", una especie de Jam-Session con Eddie Cochran y The Hives, "Gotta Outta Your Head" o "She's A Wrong'Un" y otras influencias se van asomando mientras vamos desgranando el LP, hay elementos del Punk más clásico en "I Don't Like You", "You Ain't No Friend Of Mine", aunque el solo recuerda a Ron Asheton, o "You're Always Trying Too Hard". Esa forma de acelerar y ensuciar el Rock & Roll más clásico les acerca también a Ramones y Dictators en "Chick And The Motherfuckers" o "Rosetta", que rememora lejanamente el "Loyola" de la banda de "Handsome Dick" Manitoba, "Sex Audio" es una pieza de riff muy vacilón que nos remite a los Cramps más insinunates, y hasta se atreven con una versión del clasicazo de Robert Johnson "Crossroads" que saben llevar a su terreno con destreza.
En resumen, estos chicos no han descubierto nada y quizá no merezcan tampoco ser elevados a ningún supuesto altar, pero los veintisiete minutos que dura "Ming City Rockers" son un ejercicio de diversión y perversión, y realmente eso es de lo que va el Rock & Roll.
Altamente recomendables.

Ming City Rockers - Ming City Rockers

martes, 25 de noviembre de 2014

NATIVE TONGUE



Ya he contado en alguna entrada anterior el maremagnum en el que se convirtió el mundo de la música rock durante los primeros años de la década de los noventa. A la irrupción del grunge como un elefante en una cacharrería deberíamos unir la incapacidad de las bandas de hard-rock, que habían dominado la música orientada a guitarras eléctricas hasta entonces, para encontrar su sitio en el nuevo panorama que se asomaba ante ellos. Grupos como Def Leppard o Extreme renunciaron a su esencia capital pariendo discos como "Slang" o "Waiting For The Punchline", respectivamente, meros ejercicios, fallidos ambos, de acercamiento a la nueva corriente por medio de un sonido más sucio y oscuro y voces más cavernosas, no coló. Otros como Bon Jovi se centraron en la vertiente más baladista y accesible de la banda con pingües beneficios mediáticos y económicos aunque su calidad se resintiera, Mötley Crüe había cambiado de cantante y lo cierto es que el disco homónimo lanzado con su nuevo vocalista no estaba nada mal, pero el público en gran mayoría no aceptó a John Corabi y el nuevo sonido distorsionado y feroz que trajo consigo.
Poison también tuvieron que enfrentarse a esa encrucijada de qué hacer ante la decadencia del rock más sleazy y la fuerza de la marea alternativa, aparte de verse en la tesitura de sustituir a su guitarrista original C.C. DeVille, y su solución no fue nada mala, no, señor. Para sustituir al as de las seis cuerdas de Brooklyn organizaron un casting en el que el primer elegido fue Steve Stevens, pero el ex-Billy Idol había firmado un contrato con el ex-Crüe Vince Neil y le fue imposible unirse a Brett Michaels y su banda, después se pensó en un por entonces novato Blues Saraceno pero a última hora se decantaron por Richie Kotzen, un joven guitarrista multidisciplinar destetado en el blues. Lo cierto es que la elección no pudo ser más inspirada, desde el minuto uno Kotzen se involucró en la composición de los temas que darían forma a su nuevo LP y el resultado fue un disco concebido a base de muy buenas canciones. "Native Tongue" vio la luz en 1.993 y ya desde su portada dejaba bien a las claras que las cosas habían cambiado en unos Poison que redujeron su consumo de maquillaje y lentejuelas al mínimo y se apuntaron a la frase que da título a uno de los discos de Aerosmith: "Let The Music Do The Talking".
"NativeTongue" se inicia con el tema homónimo, una pieza instrumental de percusión basada en tambores tribales. A partir de ahí el disco destila guitarras por los cuatro costados, Richie lleva a otra dimensión la música de la banda, sumergiéndolos de lleno en estilos que Poison habían probado de soslayo en canciones como "Poor Boy Blues", "Every Rose Has Its Thorn" o "Something To Believe In". Este álbum tiene mucho de blues, pero siempre respetando la vertiente más rockera del grupo, canciones como "The Scream", "Body Talk" o "Bring It Home" reflejan a la perfección esa comunión y otras como "Ain't That The Truth", con introducción muy funky, o las baladas "Stand", que se inmiscuye en el gospel con coro de iglesia y mandolina, y "Until You Suffer Some (Fire And Ice)", un tema que perfectamente podrían haberfirmado los Black Crowes, aportan variedad estilística y frescura. También hay terreno para diferenciar claramente el estilo compositivo, "Ride Child Ride" y "Blind Faith" suenan mucho más a los Poison de "Flesh & Blood" mientras que la instrumental "Richie's Acoustic Thang" y "Bastard Son Of A Thousand Blues" muestran todo el potencial de la escuela de lamúsica de raíces de la que provenía Richie Kotzen. Dejo para el final mis dos canciones favoritas, "7 Days Over You" remite al rock americano de toda la vida, no en vano colabora al piano el gran Billy Powell de Lynyrd Skynyrd, por su parte "Strike Up The Band" es un ejercicio macarra y poderoso con un estribillo en el que Richie muestra su otra gran aportación al disco, los coros.
Durante la gira de presentación de "NativeTongue" un Richie completamente ebrio tomó el micrófono y anunció a toda la audiencia que se estaba follando a la novia del batería Rikki Rocket, ese fue el fin de una formación brevísima dentro de la historia de Poison que nos regaló un disco que quién sabe si hubiera sido lo valorado que merece de haber nacido en otra época.

Poison - Native Tongue

miércoles, 19 de noviembre de 2014

DURA LA LLUVIA QUE CAE



Esta primera novela, ópera prima de Don Carpenter trata la historia de dos perdedores: Jack Levitt y Billy Lancing, el primero es un adolescente huérfano que malvive entre billares y hoteles decrépitos, el segundo un joven de color fugado de su casa, jugador y chapero. El libro abarca casi cuatro décadas, desde finales de los veinte hasta principios de los sesenta y narra las desventuras de este par de buscavidas tomando como partida su primer encuentro y retomando la acción años después cuando un Jack que lleva una vida de delincuencia vuelve a encontrarse con un Billy hasta entonces acomodado en la clase media de pack completo (mujer, hijo, negocio y amante) en un penal californiano, muy lejos del Portland donde se conocieron.
Leyendo esta breve descripción se puede pensar que se trata de una típica novela de losers americana, emparentada con las obras de la generación beat o el realismo sucio, pero no es así. La manera fría y rotunda de escribir de Carpenter no tiene nada que ver con la euforia de Kerouac o la apología de la miseria de Bukowski, Fante o Edward Bunker, tampoco aparecen para nada influencias del héroe perdedor de John Huston ni de la angustia adolescente de "Mi Idaho Privado", si hubiéramos de buscar relaciones de esta obra, estarían mucho más cercanas a Dostoyevski en "Crimen Y Castigo", incluso se aprecia cierto aroma de tragedia de Sófocles y una velada crítica a la política penitenciaria estadounidense.
Una novela que no te deja indiferente  y de lectura obligatoria.


viernes, 14 de noviembre de 2014

THE PADDINGTONS: FIRST COMES FIRST



The Paddingtons eran un grupo de cinco muchachos procedentes de la ciudad británica de Hull que lograron cierta notoriedad debido en parte a sus intensísimos directos y también al hecho de que popes de la moda pseudorrockera de aquel momento como el cantante Pete Doherty o el diseñador Hedi Slimane los apadrinaron, concediéndoles tocar en distintos festivales y teloneando a Babyshambles, banda del ínclito Doherty, los Paddingtons comenzaron entonces a incrementar su popularidad y la prensa "especializada"(o sea, el "New Mussical Express"), siempre ávida de carne fresca que paladear para engullir o escupir según se dé el caso, comenzó a igualarlos con otros hypes como los Strokes, Razorlight o los por entonces separados Libertines. En medio de este caldo de cultivo la banda lanzó "First Come First" su disco debut  en 2005, todo indicaba que sería el espaldarazo definitivo para entrar en la categoría de estrellas y ¿qué pasó?, pues absolutamente nada, el álbum tuvo unas ventas discretas y el intento de que Paddingtons tocaran en sitios de mayor aforo también se saldó con una rotunda decepción. La banda que se había acercado al sol como un moderno Ícaro veía ahora como caía con sus alas totalmente calcinadas. ¿Las razones de semejante bluff?. ¿Era tan malo "First Come First"?. Para nada. ¿Entonces?. Pues sencillamente que Paddingtons no eran tan parecidos musicalmente a Strokes o Libertines como se quería vender. Eran chicos vestidos con pantalones pitillo, chaquetas entalladas y zapatillas all-star, por otra parte como la mayoría de británicos de entre quince y cuarenta años, pero, mientras las bandas de Casablancas y Doherty buscaban cierto marchamo de intelectualidad mezclando las guitarras con composiciones más arty, los chicos de Tom Atkin le daban al Punk, lisa y llanamente, quizá se pueda encontrar una similitud con Strokes en la introducción guitarrera de"Some Old Girl", canción inicial del disco, y quizá haya algún guiño a la vertiente más macarra de los Housemartins, conciudadanos suyos, pero el LP destila rabia y bronca al estilo de Clash, Ruts, G.B.H, Buzzcoks, etc.con alguna tendencia a Ramones. Hull es, al parecer, uno de los sitios más tediosos de la Gran Bretaña, que ya es decir, no en vano existe una expresión popular que dice "Hull Is Dull" (Hull es soso). Los muchachos de The Paddingtons combatieron esa  apatía con alcohol, drogas y trallazos como "21", "Worse To Wear", "50 To A Pound", "Panic Attack" o "Tommy's Disease" entre otras, canciones guitarreras con letras preñadas de rabia post-adolescente, desesperación y gusto por las sustancias tóxicas. Todo aquello no funcionó porque The Paddingtons eran demasiado Punk para los Artys y demasiado Artys para los Punks.
Años después, la banda de la ciudad de los Tigers intentó reparar aquella situación con un nuevo disco, "No Mundane Options", autoeditado y en el que trataban de abandonar el sonido más sucio y mostrarse más evolucionados y cercanos al Pop-Rock que se demandaba cuando lanzaron su debut, de hecho, la canción que abría este segundo trabajo se titulaba "Punk RIP", muy gráfico. El segundo disco tampoco funcionó, la banda fue haciendo su actividad cada vez más escasa y acabó diluyéndose.
"First Comes First" ha seguido sonando en mi reproductor en alguna ocasión, cuando lo escucho no puedo más que alzar una imaginaria copa al cielo e invocarun brindis por los incomprendidos.

The Paddingtons - First Comes First (Álbum Completo)

jueves, 6 de noviembre de 2014

LICHIS: TIRANDO LA CABRA POR EL CAMPANARIO



He de comenzar diciendo que La Cabra Mecánica me aterraban. Me parecían uno de esos grupillos horribles que aparecieron en los años noventa tipo Mastretta o Jarabe de palo que hacían un Pop más o menos guarrete incluyendo elementos de otras músicas, lo que muchos denominaron mestizaje y no era más que una colección de canciones mediocres muy distantes de su propósito y lo de la cancioncita con María Jiménez y la del cupón de la ONCE ya eran para nota .
Lichis, líder de La Cabra, acaba de lanzar un disco en solitario titulado "Modo Avión" que se desmarca un tanto del sonido de su anterior banda para inmiscuirse en un tipo de música totalmente alejado de su anterior proyecto, Lichis apuesta por tomar influencias más norteamericanas, Rock, Folk, Blues, Country, etc. que ya había apuntado en cierta manera en los últimos estertores de La Cabra y, para ahondar en este tipo de sonido, se fue a grabarlo a Nueva York contando con músicos que habían colaborado con gente como Black Crowes o Elvis Costello.
Una vez escuchado el disco he llegado a la conclusión de que Lichis, si bien sí que se ha alejado de su grupo estilísticamente hablando, ha concebido otro disco fallido.
Lo primero que se te viene a la cabeza cuando escuchas los primeros acordes del inicial "Casi Rock N' Roll" es al Quique González de discos grabados en Memphis, sobre todo el más reciente "Delantera Mítica", y esta situación se repite varias veces a lo largo del disco, canciones como "Tinkywinky", "Dinero Por Nada", "Tal Vez Buenos Aires" (un rockero español cantando a la capital argentina con nostalgia, ¡qué prodigio de originalidad!) o "Televisión De Madrugada" (de lo mejor del disco) podrían formar parte perfectamente de un nuevo disco del cantautor madrileño grabado al otro lado del Atlántico, canciones ejecutadas perfectamente por sus músicos, órganos hammond, metales, slide y letras sobre imágenes iconográficas en plan partidas de póquer, polvo, recuerdos del pasado, etc. Para colmo, cuando Lichis se sale de la órbita Quique González se adentra en las de otros músicos con unos resultados muy pobres, "Salir A Asustar" se inmiscuye en un Rock clásico con toques folk que recuerda al Revolver más plagio de Springsteen, "Horas De Vuelo" es un ejercicio Country a lo Deltonos que no llega y "Tan Felices" recupera un aire songwritter demasiado parecido a lo que viene haciendo Lapido últimamente.
Por suerte,este álbum posee un par de canciones que sí merecen ser destacadas, "Tics Raros" es un ejercicio de Blues oscuro y sucio poco trabajado en España, muy en la onda del Johnny Cash más moderno o del ahora reconocidísimo Jack White. Por otra parte "Enemigos" es una balada de piano con un coro femenino que recuerda al "With A Little Help From My Friends" de Joe Cocker y también se deja oír.
En resumen, un disco bastante plano, de escucha sencilla y rápida, incluso agradable, pero que destila muy poca creatividad.

Lichis - Horas De Vuelo

miércoles, 5 de noviembre de 2014

WATTS: UNA HISTORIA QUE SE ESCRIBE EN LAS GUITARRAS



Puede pasar cualquier tarde, estás delante del PC y no sabes qué música ponerte, lo que realmente te apetece es descubrir alguna banda nueva y comienzas a poner referencias en el buscador del estilo "new bands riffs stones", vas leyendo los resultados entre bandas y discos que ya conoces como Quireboys, Black Crowes, Lions In The Street o el "Give Up But Don't Give Out" de Primal Scream hasta que llegas a un resultado que no te suena de nada. Vaya, una banda de Boston que tiene dos discos, se llaman Watts. Pues vamos allá.
Te sumerges en el Bandcamp de la banda y escuchas su primer disco "One Below All The Time Low", del 2007, bueno, no hacen nada innovador pero distan mucho de desagradarte. Comienzan con un tema titulado "20 To 12" muy potente y guitarrero y según avanzas vas captando la esencia del grupo, riffs stonianos y buenas melodías cercanas al glam y a la vertiente más pop del  punk, claramente reflejada en canciones como "She's A Rock N' Roller", "Pretty Revolution" o "Radio". Les das tu aprobación, te quedas con el buen hacer del vocalista Dan Kopko y prosigues con tu investigación. Ahora vamos al segundo disco "On The Dial", facturado dos años más tarde de su debut. Suena la primera canción, "Dancehall Days And Nights", los Stones de nuevo, a medida que te inmiscuyes en el disco vas advirtiendo una madurez en Kopko y sus colegas John Blout (guitarra), Craig LaPonte (bajo) y John Lynch (batería). La inmediatez punk se aparta ligeramente para dejar sitio a otro tipo de influencias pero, no nos engañemos, no se han convertido en Rush, esas influencias son AC/DC, Kiss, etc. y siguen sonando rockeros y divertidos en temas a destacar como "Chaperone", "She Wants To Rock", "Don't Mind" o "Fight Song".
Pasa el tiempo y un día de 2014 te enteras en las redes sociales de que Watts lanza un single que constituye un adelanto de un futuro nuevo disco, el single se llama "Flash Of White Light" y constituye una continuación del camino abierto por "On The Dial", un par de meses después aparece el disco, del mismo título que el avance, y confirma las  primeras intuiciones, con una mejor producción la banda ha hecho un disco en el que los Stones, Cheap Trick, AC/DC, Billy Idol y Status Quo se dan la mano. El subidón de temas como "Wrapped Like Angels", "The Mess Is The Makeup", "Trick" o "Ghosts In The Dancefloor" te hace congraciarte con aquella tarde en la que te decidiste a buscar nuevos grupos de música.
Este fue el camino que yo recorrí para conocer a losWatts, a vosotros os lo pondré más fácil:

http://watts.bandcamp.com/


lunes, 3 de noviembre de 2014

CHARLES BRADLEY



Charles Bradley es un soulman que debutó discográficamente en 2011 con el disco "No Time For Dreamin'", esto no debería resultar ninguna novedad de no ser porque el bautismo de fuego de este cantante le llegó nada más y nada menos que a los 62 años y existe una sorprendente historia detrás.
Charles conoció los sinsabores de la pobreza desde muy pequeño, su padre, único sustento de la familia, les abandonó siendo nuestro protagonista un niño, así las cosas, Charles, su madre y su hermano acabaron durmiendo en el metro de Nueva York y saliendo todos los días a buscar de cualquier manera unos dólares que pudieran proporcionarles, en este entorno de miseria se produce un hecho que cambiará la vida de Bradley para siempre. En 1962 su hermano y él consiguen colarse en el Apollo para ver en directo al gran James Brown, las pocas canciones que puede degustar antes de ser pillado y expulsado le influyen poderosamente de forma crónica, el joven Charles Bradley había encontrado un sueño: La música.
Charles crece y comienza a conseguir pequeños trabajos relacionados sobre todo con la construcción que le permiten una subsistencia más o menos digna pero se niega a abandonar su sueño y comienza a conjugar los empleos de mala muerte con actuaciones como imitador de James Brown, en los años siguientes los hoteles de mala muerte llenos de turistas sospechosos, las fiestas privadas de bajo presupuesto y los tugurios de clientela ebria conocerán las aptitudes vocales de un Charles Bradley que cada vez canta en tono más triste tras ver escapar su sueño de oropeles y gloria y enfrentarse a la muerte de su hermano, su protector y mejor, incluso único amigo.
Pasan los años y a Charlie por fin parece sonreírle la suerte, tras verle actuar en uno de los infectos esteblecimientos en los que solía trabajar, un tipo se le acerca y le habla de un pequeño sello discográfico situado en Brooklyn que se dedica principalmente al Soul. Ni corto ni perezoso el cantante se presenta en las oficinas del sello con un vídeo VHS que le muestra imitando al padrino del soul. Los responsables de la disquera, Daptone Records, quedan impresionados y comienzan a darle trabajo haciendo coros para los primeros espadas de la compañía, gente como Sharon Jones o The Sugarman 3 y trabajando a la vez como chapuzas en sus instalaciones, los dueños se muestran animados con la idea de que el neoyorquino lance un disco pero existe un problema, Charles, criado en la calle, no ha sido escolarizado, es analfabeto, su nivel de escritura y lectura está por debajo de lo básico y este hecho preocupa. Es en este momento cuando Charles conoce a su ángel de la guarda. En los estudios de Daptone Records solía trabajar un joven músico de estudio llamado Tom Brenneck, el muchacho traba amistad con Charles y le ofrece el acompañamiento de su banda, The Menahan Street Band, aparte de ayudarle a mejorar a leer y escribir. Durante ese tiempo que comparten Brenneck escribe varias canciones basadas en las vivencias e ideas que el cantante le transmitía en sus charlas y esas composiciones se convierten en "No Time For Dreamin'", el ansiado debut discográfico en el año 2011. El disco es acogido con gusto por los seguidores del soul  por el increíble sentimiento que desprende y la historia de Charles Bradley no hace sino ampliar la atención del público sobre él. La buena aceptación del público y la cantidad de canciones que su amigo Brenneck había escrito propician que a finales de 2012 vea la luz "Victim Of Love", su segundo LP que llega junto a la triste noticia de ñla muerte de su madre.
En la actualidad Charlie Bradley gira por todo el mundo mostrando su buen hacer,prepara nuevosdiscos junto a The Menahan Street Band y además da ejemplo de hombre que peleó por sus sueños y no se dejó tumbar por las vicisitudes. 
Un hombre, un sueño.