miércoles, 19 de noviembre de 2014

DURA LA LLUVIA QUE CAE



Esta primera novela, ópera prima de Don Carpenter trata la historia de dos perdedores: Jack Levitt y Billy Lancing, el primero es un adolescente huérfano que malvive entre billares y hoteles decrépitos, el segundo un joven de color fugado de su casa, jugador y chapero. El libro abarca casi cuatro décadas, desde finales de los veinte hasta principios de los sesenta y narra las desventuras de este par de buscavidas tomando como partida su primer encuentro y retomando la acción años después cuando un Jack que lleva una vida de delincuencia vuelve a encontrarse con un Billy hasta entonces acomodado en la clase media de pack completo (mujer, hijo, negocio y amante) en un penal californiano, muy lejos del Portland donde se conocieron.
Leyendo esta breve descripción se puede pensar que se trata de una típica novela de losers americana, emparentada con las obras de la generación beat o el realismo sucio, pero no es así. La manera fría y rotunda de escribir de Carpenter no tiene nada que ver con la euforia de Kerouac o la apología de la miseria de Bukowski, Fante o Edward Bunker, tampoco aparecen para nada influencias del héroe perdedor de John Huston ni de la angustia adolescente de "Mi Idaho Privado", si hubiéramos de buscar relaciones de esta obra, estarían mucho más cercanas a Dostoyevski en "Crimen Y Castigo", incluso se aprecia cierto aroma de tragedia de Sófocles y una velada crítica a la política penitenciaria estadounidense.
Una novela que no te deja indiferente  y de lectura obligatoria.


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