martes, 20 de enero de 2015

EL MALDITO MALICIOSO



Sonny Vincent es uno de esos grandes que nunca llegará a serlo, el guitarra neoyorquino compartió escena con otros mitos de su ciudad como Ramones, Lou Reed, Johnny Thunders, Television o Richard Hell pero su banda, The Testors, siempre fue considerada como uno de los hermanos pobres del resto de formaciones punk de la ciudad de los rascacielos, tanto que nunca llegaron a grabar un disco como tal, su testimonio se basa en recopilaciones de antiguos masters y actuaciones en directo. Pasada la marejada de decibelios y decadencia en la gran manzana, Sonny inició una carrera en solitario que se inició con el álbum "SVE" en 1982, esta carrera en solitario abarca proyectos como The Extreme, Shotgun Rationale o Model Prisoners y colaboraciones como las de Sterling Morrison, "Moe" Tucker, Clem Burke o Scott Asheton, pero lo cierto es que al bueno de Sonny su prolífica discografía le ha situado siempre en el underground y le ha granjeado el status de émulo de Johnny Thunders, una categoría en la que también se ha incluido a otros guitarristas surgidos del punk como Kevin K o el teutón Jeff Dahl, a mi juicio exageradamente pues, aunque Johnny Thunders haya sido un genio irrepetible y el arquetipo del guitarrista neoyorquino, todos estos guitarras poseen su propia manera de tocar y hacer canciones, aparte del hecho de que compartían escena con él.

A finales del recién finiquitado 2.014 Sonny Vincent sacó a la luz un disco de nuevas canciones con una particularidad, para la composición y grabación de "Spiteful" (Malicioso) Sonny Vincent se embarcó en un proyecto con ilustres del punk como Glen Matlock, bajista original de Sex Pistols, el batería de The Damned, Rat Scabies, y el saxofonista colaborador de los Stooges, Steve Mackay, llamándose Sonny Vincent & Spite. Este disco fue inmediatamente incluido en mi carta a los reyes magos y estos han correspondido, así que ahora obra en mis manos y lo voy a comentar un poco.

"Spiteful" es todo un ejercicio de estilo, suena sucio, infeccioso, punk y la presencia del pasado de los integrantes del grupo se deja notar claramente. Todo comienza con "Sidewalk Cracks", un rock que parece rescatado de los primeros Stooges con un swingueante saxo de Mackay aportando un punto de diversión, le sigue "Wait", punk americano al estilo del "Sonic Reducer" de los Dead Boys. La tercera canción se titula "Bad Superstition", posiblemente la mejor del disco, y se trata de un rock & roll clásico distorsionado en el que el saxofón de Mackay pasa de juguetón a incendiario, "Beg For Love" recuerda al Johnny Thunders más eléctrico y neoyorquino, si este alguna vez hubiera llegado a tocar tan salvajemente como Sonny Vincent. Llegados a este punto cabría matizar que, aunque el proyecto pueda parecer coral, quien lleva la voz cantante (en sentido literal y también figurado) es Sonny, su característico sonido de guitarra impregna cada segundo de música de este disco y se impone a la base rítmica constantemente, como en "Real Hard", una composición hermanada con sus trabajos en Testors y con muchas de sus canciones en solitario a la que sigue "Disinterested", punk rock urgente y ramoniano. Alcanzamos el ecuador del disco y la banda parece tomarse un respiro con "Clouds", una composición lenta con cierto toque amargo y nihilista que por momentos recuerda a Lou Reed, tras este respiro llegan "Macon", ruidosa y superacelerada y "Dog On The Subway", otro ejercicio de punk rock & roll digno del tristemente desaparecido Nick Curran, tras tal subida de adrenalina suena "Not The Same", un medio tiempo con pasajes acústicos y reminiscencias del "Switchblade Summer" que Sonny Vincent editó en 2.008. Vuelve el ritmo acelerado con "Borders", con unos muy buenos coros por parte de Matlock,a la que sigue "Inside The Head", una pieza que destila New York por los cuatro costados, algo así como una Jam-Session entre Cheetah Chrome, Johnny Thunders, Richard Hell y Dee Dee Ramone. "Now That I Have You" vuelve a quitar el pie del acelerador al estilo de "Not The Same" y "DTK" pone fin al disco entre vatios y furia, dejándolo en todo lo alto.

"Spiteful" no será el disco que saque a Sonny Vincent y sus colegas del anonimato para las grandes masas ni servirá para introducir en el rock & roll a las nuevas generaciones pero en estos tiempos de postureo y rock de poses, pantalones pitillo y anuncios de Mahou, resulta gratificante que alguien sea capaz de sacar un disco pervertido y divertido, que recupere valores y nos devuelva a los buenos viejos tiempos.

Sonny Vincent & Spite - Sidewalk Cracks


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