jueves, 19 de marzo de 2015

LOS DIARIOS DE UN CHICO CATÓLICO



"Los diarios del baloncesto" es una novela autobiográfica publicada en 1.978 que narra las andanzas de un joven neoyorquino de raíces irlandesas con cierto talento para el deporte de la canasta y sus experiencias con las drogas y la exploración de su sexualidad. Su autor, Jim Carrol, fue un reconocido poeta y novelista con una obra cargada de nihilismo, calle y vicio. La faceta no tan conocida del escritor neoyorquina fue la que cultivó poco tiempo después de la edición de su famosa novela de cantante de rock & roll. Caroll comenzó a pensar en alternar pluma y micrófono tras abandonar el salvaje y tóxico Nueva York de finales de los setenta para asentarse en California en pos de abandonar su adicción a la heroína.
El mundo de la música no era ajeno para el literato de la gran manzana, en años pretéritos había conocido a inevitables de la música neoyorquina como Patti Smith o Lou Reed y habían fraguado una amistad basada en el gusto por la literatura, el rock y las sustancias tóxicas, llegando al punto de que Carroll colaborara con estos dos monstruos cediendo alguna letra e incluso haciendo algún coro.
Para iniciar su aventura como frontman Jim Carroll se unió a un grupo llamado Amsterdam que practicaba sin pena ni gloria un punk con toques new wave, los músicos aceptaron tocar las canciones de su recién estrenado cantante y cambiaron su nombre a The Jim Carroll Band, acaso con intención de aprovechar comercialmente el tirón de "Los Diarios Del Baloncesto". Así, en 1.980, vio la luz el disco debut, inevitablemente titulado "Catholic Boy".
"Catholic Boy" suena genuinamente neoyorquino, pese a ser parido en California y tocado por músicos californianos, las composiciones de Carroll están totalmente imbuidas del espíritu de la música de la ciudad de los rascacielos,de sus amigos músicos y, sobre todo, de la propia biografía de Carroll.
Los casi cuarenta minutos que dura este disco se inicia con un temazo, "Wicked Gravity", una poderosa canción que recuerda a Lou Reed con toques de Talking Heads. A continuación "Three Sisters", una urgente obra de art-punk que enlaza con la más sosegada e ingenua "Day And Night" con cierto toque de ese sonido chicle que tanto fascinó en la Nueva York del CBGB, las guitarras vuelven a martillear  en "Nothing Is True", con cierto aire a Tom Verlaine y sus Television. "People Who Died" es la quinta canción del álbum y también representa su quinta esencia, una furiosa composición con aires de himno generacional nihilista, la historia de los que se fueron quedando en el camino. Drogas, enfermedad, suicidios... Brutal testimonio y homenaje a ritmo de punk. "City Drops Into The Night" es la canción más larga del LP, a medio camino entre la Patti Smith más reposada y la new wave, con un saxofón quepororciona un aire más intimistaala canción. Le sigue "Crow", otro ejercicio de rock neoyorquino, tanto en música como en letra, al que sigue "It's Too Late", todo un ideario sobre la pérdida de la inocencia y la despedida de la juventud. "I Want The Angel" nos devuelve a la influencia de Lou Reed y el tema que da nombre al disco lo cierra de forma contundente y guitarrera contando la historia de Jim Carroll de forma mucho más afortunada que la mediocre adaptación cinematográfica de "Los Diarios Del Baloncesto" con Leo DiCaprio como protagonista.

La Jim Caroll Band publicaría otros dos discos y se separaría después, Carroll editaría otros dos discos a medio camino entre la música y el spoken word, amén de colaboracionescon gente como su amigo Lou Reed, Squeeze, The Doors o Pearl Jam, pero lo cierto es que lo más cerca que este genio estuvo de plasmar musicalmente su obra literaria fue en este "Catholic Boy" que están ustedes tardado en ponerse a escuchar.
¡Pensad, malditos!.

The Jim Carroll Band - Catholic Boy

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