En 2011 Jonny Burke era un joven compositor que contaba con un EP en el mercado y un puñado de canciones escritas en el que se juntaban diferencias tan dispares como los Rolling Stones, Whiskeytown o el Rock más americano. El destino cruzó su camino con el de un Marc Ford ilusionado por producirle y el resultado fue un disco que comienza a todo trapo con "Broke Again", un trallazo de Rock stoniano con una voz a medio camino entre Tom Pett y Dan Baird. La influencia de sus satánicas majestades continúa con "Come Stand", con reminiscencias de "Sweet Virginia" o "Dead Flowers" y un excelente piano honky-tonk.
La vertiente country de Burke sale a relucir con "Into The Autumn", pero se trata de un country más actual, muy en la onda de su colega Ryan Bingham. "You Wear It So Well" rezuma ecos de John Mellencamp, Rock americano de lo más clásico y un estribillo que puede recordar al Bob Dylan más animado.
Tiempo para una pausa, "Little Girl Of The World" es una balada country-folk al estilo de la ex-banda del gran Ryan Adams, Whiskeytown, cuatro minutos exactos de ternura que son interrumpidos por la aparición a toda hostia de "Cracka Jack", a medio camino entre el gran Chuck Berry y los Stones más salvajes de "Respectable" o "It's Only Rock And Roll". Con "Don't Let Me fall" vuelve la tranquilidad, una balada country muy standard. "Quinceanera" representaun ejercicio de Folk rugoso anexo a lo que los expertos llaman Americana con Marc Ford estupendo a las guitarras, lo mismo casi se podría decir de "Human Music" que inicia el fin de un disco al que la acústica e intimista "Long Steady Decline".
En fin, que mientras el señor Ford intenta encontrar para sí mismo el groove de los días de vino y rosas con los Black Crowes , este disco es un muy buen objeto de escucha para aquellos que gustan del Rock enraizado en la música tradicional americana. Fresco y recomendable.
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