viernes, 5 de diciembre de 2014

IZZY STRADLIN & THE JU JU HOUNDS: LA REBELIÓN DEL ÚLTIMO ROMÁNTICO DEL ROCK & ROLL



Aunque en 1992 el ascenso imparable del Grunge y la música alternativa en general era la nota destacada no se debe olvidar el hecho de que la banda hegemónica del Rock eran los Guns N' Roses, que habían lanzado unos pocos meses atrás las dos entregas de "Use Your Illusion" y se habían embarcado en una mastodóntica gira mundial, todo parecía ir viento en popa para la banda de Axl y Slash pero la realidad no era tan idílica. Tras el despido del anterior batería, Steven Adler, que no pudo controlar su adicción a las drogas, otro miembro anunciaba su marcha. El guitarrista rítmico Jeff Issabelle, más conocido por Izzy Stradlin, hacía bueno el dicho de "cuando el dinero entra por la puerta, el amor sale por la ventana" y anunciaba su marcha de la banda californiana declarando estar "enfermo y harto de esta situación", la situación en cuestión era que Izzy no llevaba bien la conversión de la banda que él había fundado y con la que había partido de cero en un gigantesco circo donde los abogados, managers y demás ejecutivos habían entrado a tomar parte y para colmo se veía incapaz de conectar con su viejo amigo de Lafayette, Indiana, un Axl Rose más preocupado por manejar la enorme maquinaria de los Guns que de cualquier otra cosa.
El bueno de Izzy  no se planteó en ningún momento dejar la vida del Rock & Roll, pero necesitaba una vuelta a los orígenes, a la sencillez de una banda tocando y nada más, así que rescató una serie de canciones que había compuesto a lo largo de los años (no olvidemos que era el compositor más prolífico de los Guns) y se decidió a montar una banda para grabarlas. El primero en sumarse al proyecto fue el bajista Jimmy Arhust, viejo amigo de Izzy, que se llevó consigo al batería "Chalo" Quintana, con experiencia en giras de Bob Dylan, para la otra guitarra se invitó a ensayar a Rick Richards, de Georgia Satellites, enseguida se formó una comunión tremenda entre los cuatro músicos y entraron al estudio de inmediato.
El resultado de todo lo antes narrado fue un disco grabado en semanas, de sonido sucio y primario con un montón de primeras tomas, eso sí, con participaciones notables como las del recientemente fallecido Ian McLagan al órgano Hammond, el colaborador de los Stones Nicky Hopkins al piano o Craig Ross a la guitarra.
El disco se inicia con "Somebody Knockin'", un Rock crudo y urgente que muestra las intenciones de Izzy y su banda, The Ju Ju Hounds, de desmarcarse de Guns N' Roses y tirar por el lado más underground y canalla del Rock & Roll, la declaración de intenciones continúa con la revisión del "Pressure Drop" de los jamaicanos Toot And The Maytals, aunque más cercana al cover de The Clash que al reggae original, salvo el guiño final. "Time Gone By", semiacustica, fronteriza y muy Honky Tonk abre paso al gigantesco medio tiempo "Shuffle It All", enorme canción con reminiscencias a los Stones de "Exile On Main Street" y a Lou Reed, una emotiva letra sobre la separación de Izzy de su banda de toda la vida y una conjugación de guitarras con el Hammond de McLagan genial. Una joya. 
"Bucket O' Trouble" nos devuelve al Rock And Roll sin tregua con cierto toque Punk, a continuación llega "Train Tracks", Rock stoniano que perfectamente podrían haber firmado The Black Crowes. Los Stones y más concretamente Keith Richards son una influencia que Izzy nunca ha negado como capital en su modo de entender la música y, tras la pacífica y sureña balada "How Will It Go", vuelven a emular a los más grandes en la riffeante "Cuttin' The Rug" con la voz de Izzy sonando totalmente nicotinizada para parecerse aún más a la de Keef. No abandonamos a la banda de la lengua porque el tema siguiente es "Take A Look At The Guy", un tema del gran Ronnie Wood en el que canta a dúo y toca la guitarra con Stradlin y sus muchachos, que se convierten en su banda de acompañamiento.
 "Come On Now Inside" cierra este LP de forma pausada, con recuerdos de Faces, Gram Parsons y Allman Brothers, coros de Gospel, mandolinas, etc. 
Otra cosa a destacar en este debut de Izzy Stradlin como líder de un proyecto es el hecho de que el ex-Gunner se negó a promocionar este disco de forma masiva, apenas un par de entrevistas en radio y TV y una gira en la que exigió tocar solo en salas y clubes, el Rock de estadios se había acabado (o eso creía él).
En fin, que esta es la historia de cómo una Rockstar abandonó la banda más potente del momento para embarcarse en un proyecto pequeño pero con una calidad enorme, ahora corred y escuchadlo.

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