martes, 9 de septiembre de 2014

PETER PAN REGRESA DEL INFIERNO

 
 
Todo comenzó escuchando un programa de radio que hablaba de las consecuencias que en el mundo de la música había tenido el atentado contra las torres gemelas de Nueva York acaecido el once de septiembre de 2001, así llegó el momento en el que presentaron una canción titulada “New York, New York” (vale, sí, el título no era un prodigio de originalidad), lo destacable es que el videoclip de esa composición se había grabado tres días antes del ataque al World Trade Center y se veían las torres levantándose orgullosas en el skyline de manhattan . La canción no sonaba mal, sonido americano muy estándar con una voz medio apagada y toques alternativos, cuando por fin el locutor dijo el nombre del intérprete me quedé a cuadros “¿¿¿Bryan Adams???. No puede ser” pensé para mis adentros. “Ryan, no Bryan, no confundir con el rockero canadiense” soltó la voz al otro lado del transistor, “aaaaaaaaahhhh”, todo estaba claro, no tenía nada que ver con el rubio que molaba cuando cantaba cosas como “Summer Of 69“ o “Shes Only Happy When Shes Dancing” y al que Robin Hood arruinó la carrera. Decidí investigar sobre aquel tipo y me encontré a un tipo rozando la treintena con complejo de Peter Pan a medio camino entre un rockero con cierto aura country-folk y un nerd cualquiera, que había tenido una banda de country alternativo llamada Whiskeytown y había sacado ya dos discos, “Heartbreaker”, mucho más country y folk, y “Gold”, más orientado al pop-rock. Enseguida apareció en el mercado “Demolition”, un disco que afirmó su fama entre el público alternativo merced a su estilo Americana, aunque el disco estaba formado por retales de grabaciones, ya que la discográfica se negaba a lanzar el disco que tenía preparado por considerarlo demasiado triste, temas como la magistral “Nuclear” se ganaron a la audiencia.

En 2003 Ryan se encontraba en un punto bajo en su vida personal, enganchado a las drogas, herido por su enésima ruptura sentimental y enfrentado a su compañía discográfica, el de Jacksonville suelta toda su rabia pariendo dos discos, “Love Is Hell”, intimista, y “Rock N Roll” en el que da rienda suelta a las guitarras eléctricas mientras desgarra su garganta con letras que aluden a las adicciones, el suicidio y los problemas amorosos. Mientras “Love Is Hell”, presentado en dos Eps, fue bien acogido, los críticos, sobre todo los talibanes de lo alternativo, destrozaron “Rock N Roll” considerando que Ryan trataba de subirse a la corriente neorockera que habían iniciado bandas como Strokes o Vines, no habían entendido nada, aunque Ryan era un músico destetado en la música de raíces, era un fiel seguidor de los Rolling Stones (el tema “Song For Keith”, dedicado al más grande, así lo atestigua), de Springsteen, Mötorhead, ZZ Top y bandas punk como Ramones, Fugazi o Sugar, pero con quien no ve más allá de los clichés forjados en su minúsculo cerebro no se puede razonar.

En 2004 Ryan se junta con músicos que había ido conociendo a lo largo de su carrera y forma Ryan Adams And The Cardinals, con los que saca tres discos, “Cold Roses”, “Jacksonville City Lights” y “Cardinology”, centrados de nuevo en el Country-Folk, también edita entre medias dos discos, “29“(2005), bastante flojo y “Easy Tiger” que cumple ese axioma de que el primer disco de un músico que acaba de dejar las drogas suele ser bastante aburrido.

En 2009 Ryan vuelve a atravesar un momento bajo, desencantado con el mundo de la música, incluidos sus fans y con problemas de salud (sufría el síndrome de Ménière), decide disolver The Cardinals y tomarse un tiempo de relajo para volcarse en otro tipo de proyectos más modestos. Así, nuestro amigo funda su propia discográfica, Pax Am, y da salida a composiciones suyas alejadas de lo que la gente consideraba el estilo Ryan Adams, el primer proyecto en ver la luz fue Orion, puro Heavy Metal, después se acercaría también a estilos como el Black Metal con el proyecto Werewolph y al Hard Rock con Sleazy Handshake, amén de editar un disco con grabaciones inéditas de The Cardinals titulado “III/IV”.

En 2011, recuperado de su enfermedad, vuelve a la carga con “Ashes And Fire”, un LP que le recupera para el circuito musical y mejora a “Easy Tiger” pero que no llega a equipararse con sus obras cumbre.

En la actualidad Ryan ha recuperado su faceta de compositor prolífico y ha encarado la crisis de los cuarenta sacando al mercado dos discos: Uno, titulado simplemente “Ryan Adams” es una gran demostración de lo que Ryan puede ofrecer, hay Rock, Pop, Country, Blues, baladas, una producción un tanto noventera y, sobre todo, un Adams cantando espectacular dentro de su peculiar estilo con temas imponentes como el inicial “Gimme Something Good”, muy en la onda Jack White, otras canciones a destacar son “Kim”, “Trouble”, “Am I Safe”, “Stay With Me” o “Feels Like Fire”. El otro disco, de nombre “1984“ es un ejercicio de entretenimiento fantástico que nos muestra a un Ryan Adams soltándose la correa que atenazaba sus influencias más cañeras y nos ofrece un muestrario de Rock vitamínico y adolescente en el que ninguna canción llega a los dos minutos de duración, deliciosa adrenalina guitarrera.

No me queda más que congratularme por el regreso de este grande de la música y recomendaros avídamente la escucha de sus nuevos discos
 
 



 

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