lunes, 13 de octubre de 2014

EL TIMO DE LA PATRIA

Decía el doctor Samuel Johnson, muy acertadamente, que "el patriotismo es el último refugio de los canallas".
Ayer, día doce de octubre, en el estado español se celebraba el "día de la hispanidad", una suerte de fecha destinada al enardecimiento nacional y a espolear al españolito rancio a sacar su bandera, recordar acontecimientos como el descubrimiento de América y glorificar al cuerpo de la guardia civil, da igual que el descubrimiento de América desembocara en la masacre de las civilizaciones ya existentes en aquel continente, que la guardia civil cuente con un oscuro historial de abusos y hechos luctuosos, sobre todo en la época del genocida Franco, y que esa idea de España que se reivindica esté ridículamente obsoleta, pues data de épocas pretéritas en las que una nación no era considerada más que una gigantesca maquinaria de guerra y que, hoy por hoy, esa España que tantos cacarean, posiblemente sin conocer gran parte de su territorio, no es más que una gigantesca estafaplagadade corrupción, diferencias sociales e injusticia.
Eso es lo que los nacionalistas españoles reivindican.

Yo ayer desfilé, sí, pero la bandera y el escudo bajo los que marché fueron los de mi equipo, el Sporting, herido de muerte por la gestión canalla e interesada de unos miserables. Un problema, por cierto, extrapolable a la gran mayoría de taras del estado español. El resto del día lo dediqué a mi pareja y amigos con los cual celebré el cumpleaños de un entrañable colega entre riquísima comida, buena bebida y mucho Rock And Roll, y esta es mi manera de ser patriota porque mi única patria es todo aquello que amo, sin ridículas fronteras ni diferencias territoriales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario