miércoles, 15 de octubre de 2014

YO TAMBIÉN SOY HOLDEN CAULFIELD



La foto de portada pertenece a la copia un tanto ajada de la novela que me compré hará unos dieciocho años por imperativo académico, ya que era el libro sobre el que iba a girar el segundo trimestre de literatura en primero de B.U.P. Así que tras la entretenida pero excesivamente edulcorada y previsible "Rebeldes" comencé a leer y enseguida se inició un vínculo entre la novela y yo. Esta no era una emotiva historia sobre unos gamberros guaperas y románticos, aquí se cuestionaban cosas, se trataban temas como la religión o el cinismo de la sociedad moderna y se narraban sin ambajes hechos como la muerte del hermano del protagonista que provoca que la cordura de éste penda de un hilo o el capítulo en el que contrata los servicios de una puta.
Era fácil que un preadolescente huraño y con una rebeldía hacia todo y hacia nada en realidad se quedase prendado de esta incendiaria novela que ataca los cimientos sobre los que basamos nuestras existencias.
El autor, J.D. Salinger, murió en 2010 y cuando leí el homenaje que se le tributaba en la web de "El país" observé que se había abierto una página para que la gente escribiese sobre él, la mayoría de comentarios eran de gente que, al igual que yo, habían leído "El guardián entre el centeno" en el instituto. Ignoro si los institutos siguen teniendo ese libro como posible lectura en la asignatura de literatura y si a los jóvenes que lo leen les está gustando, pero si es así sería una buena señal de que las nuevas generaciones no están del todo perdidas y que los propulsores de esta sociedad alienada con gusto por lo políticamente correcto aún no nos han vencido.

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