miércoles, 31 de diciembre de 2014

14-14

En el mundo del Rock no suele haber grandes diferencias entre un año y otro, si no se mueve el cotarro por parte de alguno de los grandes clásicos que vuelve a la carga con un disco nuevo acompañado de gira o un hype similar al de Strokes en 2001, un año dentro de la música orientada a guitarras suele significar la aparición de un montón de discos que permanecerán en el olvido del gran público aunque muchos sean una buena prueba de talento y calidad.
He seleccionado catorce de los discos que más me han gustado en este año, sin recopilaciones o directos, y sin seguir ningún orden en concreto.

-STEVE CONTE -THE NYC ALBUM: El ex- Company Of Wolves yex- New York Dolls atacó con un trallazo lleno de Rock stoniano y guitarras neoyorquinas.
Steve Conte - Dark In The Spotlight

-TOM PETTY & THE HEARTBREAKERS - HIPNOTIC EYE: El bueno de Petty y los suyos regresan al ruedo con un disco lleno de guitarras y contundencia.
Tom Petty & The Heartbreakers - U Get Me High

-CRISSIE HYNDE - STOCKHOLM: La alma mater de los Pretenders se estrena en solitario con la energía acostumbrada, esta vez cargada de sutileza Pop.
Chrissie Hynde - Dark Sunglasses

-AC/DC - ROCK OR BUST: ¡¡¡AC/DC!!!. ¿Hace falta decir más?.
AC/DC -Play Ball

-MING CITY ROCKERS - MING CITY ROCKERS: El Punk de los Stooges y el Rock &Roll de Eddie Cochran, todo muy sucio y adrenalínico.
Ming City Rockers - Twist It

-ONE BAD SON - BLACK BUFFALO: Rock americano de toda la vida con toques Hard, reminiscencias de Black Crowes, Buckcherry o ZZ Top.
One Bad Son - Black Buffalo

-LOS ENEMIGOS - VIDA INTELIGENTE: Aunque no hayan facturado su mejor disco, tras más de una década de silencio se echaba de menos su rotundidad vulgar y sincera.
Los Enemigos - Cementerio De Elefantes

-DADDY LONG LEGS - BLOOD FROM A STONE: Tras tres años de silencio discográfico, este dúo volvió a recetarnos un pildorazo de su Blues canalla y sucio.
Daddy Long Legs - Blood From A stone

-CRASH MIDNIGHT - LOST IN THE CITY: 2014 fue el año en el que estos bostonianos enseñaron al mundo su Hard Rock Sleazy que retrotrae al L.A. de mediados de los ochenta.
Crash Midnight - Diamond Boulevard

-SONNY VINCENT & SPITE - SPITEFUL: A finales de noviembre la unión del ex-Testors con miembros de otros grupos de la alcurnia Punk como Sex Pistols, Damned o Stooges fraguó en un disco lleno de electricidad y furia.
Sonny Vincent & Spite - Sidewalk Cracks

-BRAND NEW HATE - HANGOVER & OVER: Los hijos franceses de los New York Dolls animaron el verano con su segundo disco.
Brand New Hate - Sinners & Preachers

-WATTS - FLASH OF WHITE LIGHT: El Rock vitamínico de los Watts también sonó en 2014.
Watts - Flash Of White Light

-YAKUZAS - MATOGROSSO: Los cuatro macarras de Chamberí lanzaron este año un EP que sirvió para consolidarles como una de las bandas de Rock & Roll más sólidas y divertidas del estado español.
Yakuzas - La Calle Es Nuestra

-BENJAMIN BOOKER - BENJAMIN BOOKER: El debut de este interesante músico cierra esta improvisada lista.
Benjamin Booker - Have you Seen My Son?




jueves, 25 de diciembre de 2014

DISTANCE AND FORTUNE



A veces en el Rock & Roll es complicado encontrar tu espacio. Digo esto porque el señor Marc Ford, tras ser expulsado de unos Black Crowes que parieron sus mejores discos con él a la guitarra, inició una carrera discográfica que, la verdad, tiene muy pocas cosas a destacar, eso sí, donde el señor Ford tiene mucho que decir es en el tema de la promoción y producción de artistas. A destacar el debut para una multinacional de Ryan Bingham, hoy muy famoso tras componer la oscarizada "The Weary Kind", de "Crazy Heart", los enormes The Steepwater Band y hoy os voy a presentar un nuevo acierto del guitarra californiano.

En 2011 Jonny Burke era un joven compositor que contaba con un EP en el mercado y un puñado de canciones escritas en el que se juntaban diferencias tan dispares como los Rolling Stones, Whiskeytown o el Rock más americano. El destino cruzó su camino con el de un Marc Ford ilusionado por producirle y el resultado fue un disco que comienza a todo trapo con "Broke Again", un trallazo de Rock stoniano con una voz a medio camino entre Tom Pett y Dan Baird. La influencia de sus satánicas majestades continúa con "Come Stand", con reminiscencias de "Sweet Virginia" o "Dead Flowers" y un excelente piano honky-tonk.
La vertiente country de Burke sale a relucir con "Into The Autumn", pero se trata de un country más actual, muy en la onda de su colega Ryan Bingham. "You Wear  It So Well" rezuma ecos de John Mellencamp, Rock americano de lo más clásico y un estribillo que puede recordar al Bob Dylan más animado. 
Tiempo para una pausa, "Little Girl Of The World" es una balada country-folk  al estilo de la ex-banda del gran Ryan Adams, Whiskeytown, cuatro minutos exactos de ternura que son interrumpidos por la aparición a toda hostia de "Cracka Jack", a medio camino entre el gran Chuck Berry y los Stones más salvajes de "Respectable" o "It's Only Rock And Roll". Con "Don't Let Me fall" vuelve la tranquilidad, una balada country muy standard. "Quinceanera" representaun ejercicio de Folk rugoso anexo a lo que los expertos llaman Americana con Marc Ford estupendo a las guitarras, lo mismo casi se podría decir de "Human Music" que inicia el fin de un disco al que la acústica e intimista "Long Steady Decline".
En fin, que mientras el señor Ford intenta encontrar para sí mismo el groove de los días de vino y rosas con los Black Crowes , este disco es un muy buen objeto de escucha para aquellos que gustan del Rock enraizado en la música tradicional americana. Fresco y recomendable.

martes, 23 de diciembre de 2014

LA VOZ



Como tantos otros de mi generación tuve el primer contacto con Joe Cocker cuando "You Can Leave Your Hat On" sonaba en radios y televisiones hasta la saciedad, en aquella época su éxito con "Ofical y caballero" aún permanecía en el imaginario colectivo y esta nueva banda sonora, junto a nuevos hits como "Unchain My Heart", colocaban al oriundo de Sheffield en el candelero musical. Personalmente, a mí comenzó no diciéndome nada, un preadolescente que se abría al Rock guitarrero no veía interés alguno a un señor con pinta de entrañable que cantaba baladas y similares para bandas sonoras y parecía necesitar una tortilla de juanolas. Afortunadamente el ir madurando (bueno, más o menos) y sumergiéndome en nuevos estilos me ayudó a abrirme a diferentes maneras de vivir e interpretar la música y aprendí a apreciar y a respetar el pasado, descubrí su actuación en Woodstock, que existen discos en directo mejores que "Mad Dogs & Englishmen", pero pocos, y que la mediocre "With A little Help From My Friends" de los Beatles se había convertido en una canción poderosa y brillante bajo su influjo, y el presente de un vocalista sin duda alguna excepcional. Me arrepentí de no haber estado presente en sus dos actuaciones, la de 1989, que sirvió para ir incluyendo Gijón en los mapas de las actuaciones de consagrados  artistas internacionales, y la de 1994, que trajo a Elvis Costello de telonero.
En los últimos tiempos la carrera de Joe Cocker se había instalado en una cierta etapa de complacencia, motivada también por problemas físicos, muchos discos con versiones de otros, eso sí, sin rozar la parodia como Tom Jones, escuchabas esa voz cascada y era capaz de conmoverte en temas de otros como "One", "Never Tear Us Apart", "M;aybe I'm Amazed", "Everybody Hurts" o "First We Take Manhattan", conjugadas con composiciones llenas de Soul que el bueno de Joe domaba de manera elegante y tremendamente efectiva.
Joe Cocker murió ayer víctima de esa lacra que es el cáncer (sí, yo no pienso usar eufemismos). Sinatra consiguió ser conocido como "La Voz", y es que Frank era muy bueno, pero para mí si alguien merece sin duda ese calificativo basándome en el poder de hacer magia con su garganta, ese es Joe Cocker, un hombre al que solo me queda pedir perdón por la ignorancia de aquel imberbe y desearle que la tierra le sea leve.


joe Cocker - With A Little Help From My Friends (Woodstock 1969)

jueves, 18 de diciembre de 2014

COURT ORDER



La primera vez que escuché "Satisfaction" tenía once años, mi primo me había grabado una cinta de los Stones  y aquella guitarra rasgaba el silencio como un desafío años antes de entender su letra y su espíritu de hastío hacia la acomodaticia y bienintencionada sociedad de consumo. Aquellas primeras cassettes grabadas me introdujeron de lleno en el Rock & Roll, me sumergí en el mundo de los Clash, Lou Reed, Ramones, Iggy Pop, Stranglers, Led Zeppelin o Bowie. Esos primeros pasos fueron los que me guiaron por el camino de la buena música orientada a las guitarras eléctricas, los que me transmitieron la pasión por esta vida, sus códigos y sus iconos y, como buen melómano, comprendí el valor de poseer discos originales y ver a las tiendas como santuarios a los que uno iba a alimentar el espíritu. El problema vino cuando el mundo mutó en esto que tenemos ahora y los avances tecnológicos barrieron a las tiendas de discos; es cierto que uno podía acceder a la obra de sus ídolos de formas alternativas pero no es menos cierto en que cuando uno iba a una tienda no solo iba a comprar material original, también estaban aquellos denominados "discos pirata" que no eran sino testimonios sonoros de distintas actuaciones. Esos discos aún existen, incluso hay discográficas especializadas en este tipo de grabaciones.

El caso es que una de estas grabaciones de un momento álgido de las más grandes leyendas del Rock, cayó hace unos meses en mis manos, precisamente gracias a mi primo, y como hoy es el cumpleaños del principal responsable de esa grabación, el gran Keith Richards, hoy vamos a hablar de ella.

En 1977 los Rolling Stones se habían instalado en Toronto para grabar las canciones que darían forma a su LP "Some Girls", Richards, que pasaba por quizá su época más dura en cuanto a adicciones se refiere, viajó más tarde que sus compañeros y, al llegar a la ciudad canadiense, la policía le cazó con una gran cantidad de heroína, cocaína y hachís. Tras pasar un par de noches en los calabozos el guitarrista fue puesto ante un juez y, para eludir la cárcel, alcanzó un acuerdo por el cual debería someterse a  un tratamiento de desintoxicación y además celebrar un concierto benéfico cuyos fondos irían a parar a diferentes asociaciones de lucha contra las drogas.
Recientemente parte de dicho concierto ha sido publicado por Godfather Records y, de nuevo gracias a mi primo, una copia de ese directo obra en mis manos.
El CD se inicia con dos particularidades, a saber, la primera pista es una es la presentación del concierto efectuada por Cliff Lorrimer y el genial John Belushi, por entonces parte significativa del entorno Stone, la segunda es que Richards sale a tocar y cantar "Before You Make Me Run" con The New Barbarians, la banda que montó junto a Ron Wood, los recientemente fallecido a Ian McLagan y Bobby Keys y el propio Cliff Lorrimer, y que tantos ataques de cuernos le dio a Mick Jagger. De hecho, el concierto se dividiría entre ambos grupos. La banda suena muy bien en esta pieza y Richards canta, bueno, canta como tiene que cantar Keith Richards, qué cojones.
En el tercer corte Mick Jagger salta a escena para interpretar "Prodigal Son", del álbum "Beggar's Banquet", a dúo con Keith y su guitarra acústica, el rollo country-blues de la pieza  resulta muy animado y sirve de preparación para que los Stones al completo se lancen con el clásico de Chuck Berry "Let It Rock" y uno se coja el DeLorean para bailar Rock & Roll en el Oshawa Civic Center de Ontario en 1979.
Los Stones no parecen dispuestos a dar tregua a la audiencia y el trallazo proveniente de "Some Girls", "Respectable", aparece para sacudir los culos de la audiencia, le echará una mano la siguiente canción "Star Star (Starfucker)", en la que Mick Jagger está espectacular y demuestra que, por encima de egos y personalidades caprichosas, no es sino uno de los mejores vocalistas de la historia del Rock, las guitarras suenan de muerte y Bobby Keys en el saxo está en su línea, es decir, genial.
Llega el tiempo del relajo y la banda toca "Beast Of Burden", esa cadenciosa e insinuante balada que ha sonado en barras de striptease a lo largo de todo el orbe. La tregua prosigue con el medio tiempo "Just My Imagination" y sus ecos a las colaboraciones de los Stones con Gram Parsons. "When The whips Come Down" pone fin a la tregua y vuelve al macarreo y la canallesca, Rock & Roll abrasivo. "Shattered" continúa en la misma onda y nos sirve de enlace con una larguísima, chulesca y festiva versión de "Miss You", ideal para poner en pie al respetable.
Todo lo bueno tiene un final y los el CD cierra esta parte con "Jumpin' Jack Flash", un nuevo trallazo con una Jam-Session final.
Lo bueno de este "Court Order" no es solo que signifique un veraz testimonio de las andanzas en vivo y en directo de Mick, Keith y los demás en aquella época, como diría Súper Ratón: "Aún hay más" y es que el disco también incluye cinco canciones, todas ellas versiones, grabadas por Keith Richards en un estudio de Toronto.
La primera es una versión del cantante country Merle Haggard, de título "Sing Me back Home", convertida en una bonita balada gracias al piano de Bobby Keys y un Keith cantando con toda la sensibilidad que su nicotinizada voz le permite.
La segunda pieza, "She Still Comes Around", original de Jerry Lee Lewis, se acerca más a la vertiente más country y festiva del primer Rock & Roll.
"Worried Life Blues", el viejo blues del '41 de "Big" Maceo Merriweather, es transformada por "El Riff Humano" en una pieza más moderna al dotarla de la poderosa electricidad de su guitarra.
"Apartment Number 9", de Tammy Wynette, nos devuelve al country, pero esta vez a su vertiente más lenta y triste, con ensoñaciones de amores perdidos y vueltas a empezar.
George Jones estaría orgulloso de que este disco se cerrara con un cover de su "Say It's Not You" donde el espíritu de la música tracional norteamericana vuelve a apoderarse del piano de Bobby Keys y del sentimiento de Richards.

La primera vez que tengo noción de haber visto una foto de Keith Richards tendría unos once años, vi a un tipo delgado enfundado en una cazadora de cuero con una Fender Telecaster en las manos y un anillo con forma de calavera en uno de sus dedos. "Así que este tipo es el que toca esa música que tanto me gusta" pensé "qué tío más guay". Aquel fue el inicio de una historia en el que las canciones de Keith y los Stones ha sido sin duda un elemento clave y en la que, si ha habido un beneficiado, he sido yo, por todas las horas de disfrute y compañía que la música me ha dado.
Gracias por todo, Keef, no te mueras nunca.

The New Barbarians + The Rolling Stones - Toronto 1979 (concierto completo)

miércoles, 17 de diciembre de 2014

YOU'LL NEVER STOP THE SIMPSONS




Recuerdo haber leído en mi preadolescencia varias revistas y periódicos hablando de una serie animada que acaparaba elogios y galardones, los protagonistas en cuestión eran unos muñecos amarillos que formaban una familia, un padre gordo y calvo, una madre con un moño imposible, un mocoso de pelo de punta con pinta de travieso, una niña con pinta de cursi y un bebé.
Varios meses después dicha serie comenzó a emitirse en el estado español, el primer capítulo no era gran cosa, el garrulo incompetente del padre y la fregona parlante de la madre tenían problemas y para solucionarlo se iban de cena y a un motel con ánimo de ayuntar, mientras tanto, los críos, el niño travieso y la repelente empollona junto con el bebé, quedaban a cargo de una niñera que resultaba ser uno de los delincuentes más buscados por el FBI. Aquellos veintipocos minutos no pasarían a los anales de la televisión por su calidad pero sí por ser el inicio de una de las mayores epopeyas de la cultura audiovisual, la serie continuaría con las desventuras de la familia radicada en Springfield con gran éxito de público y crítica.
Mentiría si dijera que "Los Simpson" fue un éxito masivo en España desde su estreno, Canal+ fue la cadena que los estrenó pero, al tratarse de un canal de pago, su impacto fue mínimo. Posteriormente pasaron a la televisión pública, La 2 comenzó emitiéndolos la noche de los martes sobre las once, dándole un tratamiento más de serie de culto que de hype televisivo, y la cosa no terminaba de funcionar, posteriormente lo pasaron para las tardes de la segunda cadena y la aceptación comenzó a repuntar, quizá también motivado porque la segunda temporada era mejor que la primera, pero el verdadero apogeo de la serie vino cuando Antena 3 se hizo con los derechos de retransmisión y la comenzó a emitir en horarios más benevolentes, a las 14:30 y a las 20:30, siendo el primero el horario de mayor calado (¿quién no ha disfrutado del enorme placer de ver "Los Simpson" mientras come?), posteriormente el canal FOX también comenzó a emitir episodios. También es cierto que la cadena del grupo Planeta se encontró con la suerte de que a partir de la temporada tercera, quizá cuarta, la serie experimentó una evolución que sería capital en su despegue definitivo. La coralidad de los argumentos con Bart como principal elemento (no en vano era el reflejo de su creador, Matt Groening) y Homer se convirtió en el referente, el humor pasó a ser más histriónico y adulto y las temáticas más disparatadas  y variadas, con referencias a múltiples temas. Otro factor a considerar es el magnífico uso que se hace de los personajes secundarios.
Últimamente está muy de moda decir que "Los Simpson" como serie han perdido mucho, no estoy del todo de acuerdo, es obvio que las últimas temporadas no parecen albergar capítulos de esos que se instalan en nuestra memoria ni situaciones del tipo "Pa' loca tú, calva", "Sálvame, Superman", "Eran cosas nuestras" o "No volveré a probar la cerveza... ¡Deme diez!", pero no es menos cierto que esta serie sigue mostrando un nivel mucho más alto que la mayoría de los programas actuales de televisión, quizá esa opinión generalizada responda más al hastío del público y a la dificultad para ejecutar al nuevo doblador de Homer.

Hoy se cumplen veinticinco años del estreno de la que, en mi opinión, es la mejor serie de animación de la historia y hubiera sido canallesco no hacer mención de ello en este espacio.
Que sigan al menos otros veinticinco años.

Recopilación Momentazos Simpsons

martes, 16 de diciembre de 2014

SLASH MARAUD



Imaginad un planeta tierra invadido por seres alienígenas, llamados cambiantes, que adoptan una forma peluda y entrañable pero cuya apariencia real es repugnante, imaginad que la raza humana se someta al invasor de forma incontestable y cada vez más vergonzante, siendo rebajados hasta convertirse en meros objetos de diversión sexual, lúdica o gastronómica. Pensad después que los invasores están cambiando el paisaje y las condiciones del planeta para acomodarlo a imagen y semejanza de su mundo. Añadidle que hay un pequeño grupo de rebeldes que, apoyados por un disidente alienígena, tienen la solución para crear un antídoto y echar a los extraterrestres, aquí entraría en juego el protagonista, Slash Maraud, un antiguo guerrillero y guardaespaldas, sucio, violento y solitario que ha llegado a odiar a su raza por haberse convertido en esclavos de los cambiantes pero cuyo desprecio se acentúa si hablamos de los causantes de la ruina de su planeta. Imaginaos ahora que Slash acepta ayudar a ese pequeño grupo de disidentes y buscar al alien traidor, ayudarle con el antídoto y viajar a París, donde deben aplicar ese antídoto a través de la Torre Eiffel.
Lo anteriormente narrado puede parecer un tanto tópico, es cierto, pero la aventura realmente arranca cuando Slash busca un ejército con el que emprender esa tarea y, tras conseguirlo, corre diferentes aventuras en pos de llegar a salvar el planeta. Así vamos conociendo a personajes cercanos al histrión pero magníficamente descritos como Rex Rumble y sus alimañas, Angela y las damazonas, Tommy Gunn y los jeques Congo, Brass taki y los corsarios Zen. A lo largo de la serie también van cobrando fuerza personajes como los generales cambiantes Kargh, fascista y autoritario, y Sarkh, vago, comedor de Doritos y amante de Elvis Presley y Chuck Berry, el grupo de psicópatas conocido como "Familia", el expreso nuloide, los santos patinadores de la Gran Manzana y muchos más.
"Slash Maraud", el cómic creado por el dibujante Paul Gulacy y el guionista Doug Moench, es eminentemente ciencia-ficción, pero también es un homenaje a la cultura occidental de los últimos cincuenta años, con referencias al Rock & Roll más clásico, a cine como "Psicosis", "La Matanza de Texas" o "El Planeta De Los Simios" y un protagonista al cual su dibujante dotade rasgos a lo Clint Eastwood o al Don Johnson de "Miami Vice".
Lo cierto es que esta colección de seis capítulos no tuvo un gran éxito cuando apareció, allá por 1.990, pero puedo asegurar que su lectura es una experiencia muy entretenida y altamente recomendable para mitómanos, por eso en el día de hoy he tratado de hacerle este pequeño homenaje.

viernes, 5 de diciembre de 2014

IZZY STRADLIN & THE JU JU HOUNDS: LA REBELIÓN DEL ÚLTIMO ROMÁNTICO DEL ROCK & ROLL



Aunque en 1992 el ascenso imparable del Grunge y la música alternativa en general era la nota destacada no se debe olvidar el hecho de que la banda hegemónica del Rock eran los Guns N' Roses, que habían lanzado unos pocos meses atrás las dos entregas de "Use Your Illusion" y se habían embarcado en una mastodóntica gira mundial, todo parecía ir viento en popa para la banda de Axl y Slash pero la realidad no era tan idílica. Tras el despido del anterior batería, Steven Adler, que no pudo controlar su adicción a las drogas, otro miembro anunciaba su marcha. El guitarrista rítmico Jeff Issabelle, más conocido por Izzy Stradlin, hacía bueno el dicho de "cuando el dinero entra por la puerta, el amor sale por la ventana" y anunciaba su marcha de la banda californiana declarando estar "enfermo y harto de esta situación", la situación en cuestión era que Izzy no llevaba bien la conversión de la banda que él había fundado y con la que había partido de cero en un gigantesco circo donde los abogados, managers y demás ejecutivos habían entrado a tomar parte y para colmo se veía incapaz de conectar con su viejo amigo de Lafayette, Indiana, un Axl Rose más preocupado por manejar la enorme maquinaria de los Guns que de cualquier otra cosa.
El bueno de Izzy  no se planteó en ningún momento dejar la vida del Rock & Roll, pero necesitaba una vuelta a los orígenes, a la sencillez de una banda tocando y nada más, así que rescató una serie de canciones que había compuesto a lo largo de los años (no olvidemos que era el compositor más prolífico de los Guns) y se decidió a montar una banda para grabarlas. El primero en sumarse al proyecto fue el bajista Jimmy Arhust, viejo amigo de Izzy, que se llevó consigo al batería "Chalo" Quintana, con experiencia en giras de Bob Dylan, para la otra guitarra se invitó a ensayar a Rick Richards, de Georgia Satellites, enseguida se formó una comunión tremenda entre los cuatro músicos y entraron al estudio de inmediato.
El resultado de todo lo antes narrado fue un disco grabado en semanas, de sonido sucio y primario con un montón de primeras tomas, eso sí, con participaciones notables como las del recientemente fallecido Ian McLagan al órgano Hammond, el colaborador de los Stones Nicky Hopkins al piano o Craig Ross a la guitarra.
El disco se inicia con "Somebody Knockin'", un Rock crudo y urgente que muestra las intenciones de Izzy y su banda, The Ju Ju Hounds, de desmarcarse de Guns N' Roses y tirar por el lado más underground y canalla del Rock & Roll, la declaración de intenciones continúa con la revisión del "Pressure Drop" de los jamaicanos Toot And The Maytals, aunque más cercana al cover de The Clash que al reggae original, salvo el guiño final. "Time Gone By", semiacustica, fronteriza y muy Honky Tonk abre paso al gigantesco medio tiempo "Shuffle It All", enorme canción con reminiscencias a los Stones de "Exile On Main Street" y a Lou Reed, una emotiva letra sobre la separación de Izzy de su banda de toda la vida y una conjugación de guitarras con el Hammond de McLagan genial. Una joya. 
"Bucket O' Trouble" nos devuelve al Rock And Roll sin tregua con cierto toque Punk, a continuación llega "Train Tracks", Rock stoniano que perfectamente podrían haber firmado The Black Crowes. Los Stones y más concretamente Keith Richards son una influencia que Izzy nunca ha negado como capital en su modo de entender la música y, tras la pacífica y sureña balada "How Will It Go", vuelven a emular a los más grandes en la riffeante "Cuttin' The Rug" con la voz de Izzy sonando totalmente nicotinizada para parecerse aún más a la de Keef. No abandonamos a la banda de la lengua porque el tema siguiente es "Take A Look At The Guy", un tema del gran Ronnie Wood en el que canta a dúo y toca la guitarra con Stradlin y sus muchachos, que se convierten en su banda de acompañamiento.
 "Come On Now Inside" cierra este LP de forma pausada, con recuerdos de Faces, Gram Parsons y Allman Brothers, coros de Gospel, mandolinas, etc. 
Otra cosa a destacar en este debut de Izzy Stradlin como líder de un proyecto es el hecho de que el ex-Gunner se negó a promocionar este disco de forma masiva, apenas un par de entrevistas en radio y TV y una gira en la que exigió tocar solo en salas y clubes, el Rock de estadios se había acabado (o eso creía él).
En fin, que esta es la historia de cómo una Rockstar abandonó la banda más potente del momento para embarcarse en un proyecto pequeño pero con una calidad enorme, ahora corred y escuchadlo.

jueves, 4 de diciembre de 2014

IAN MCLAGAN: CULTURA ROCK




Los medios de información a veces me indignan sobremanera. No solo por sus contenidos, especialmente desagradables en estos tiempos que corren, ni por su capacidad de servilismo y mansedumbre con ciertos poderes fácticos, que también, pero mis iras esta vez vienen producidas por la nula atención que las secciones de cultura han prestado a la muerte de un personaje en mi opinión de primera importancia para la música contemporánea.
Ian McLagan fue un teclista de gran talento que comenzó su carrera en la élite del Rock en 1966 de la mano de los Small Faces, más tarde, cuando Steve Marriott, lider de la formación, se fue para formar Humble Pie, McLagan y el resto reclutaron a unos jóvenes advenedizos llamados Rod Stewart y Ronnie Wood para dar forma a los Faces, banda capital de gran influencia. Tras la ruptura de Faces Ian se convirtió en un músico reputado cuyas colaboraciones ansiaban los más grandes,así el músico inglés toco o grabó con artistas como (¡ojito a la lista!) The Rolling Stones, Bob Dylan, Bruce Springsteen, Chuck Berry, Melissa Etheridge, Bonnie Raitt, Jackson Browne, Grateful Dead, Izzy Stradlin o The Black Crowes, aparte de formar su propia banda, The Bump Band, con los que giró y grabó siete discos.
En este país y esta sociedad de triunfitos y reguetones quizá la muerte de un teclista de Rock And Roll pase desapercibida, pero yo solo puedo transmitir mi gratitud por toda la buena música que nos transmitió.
Descanse en paz.

Small Faces - Lazy Sunday

The Faces - Stay With Me

The Bump Band - I Will Follow

miércoles, 3 de diciembre de 2014

BOBBY KEYS: EL HOMBRE QUE MECÍA LAS NOTAS AL VIENTO




Una cosa que te sucede cuando te haces mayor es que ves cómo tus ídolos de infancia y adolescencia van desapareciendo de este mundo. A veces se trata de grandes mitos como Lou Reed o Joey Ramone, cuyo protagonismo y notoriedad están fuera de toda duda, otras veces el finado no es una gran estrella, es uno de esos personajes secundarios que ayudan a los más grandes a conseguir sus gestas más relevantes. Bobby Keys era uno de esos.
Keys aprendió a tocar el saxo en su Texas natal, pronto comenzó a entroncar con el Rock & Roll debido a su habilidad para tocar el honkin' sax, así llegó a tocar con The Crickets, el grupo de acompañamiento del malogrado Buddy Holly, a partir de ahí se convirtió en un icono al que lo más granado de la música quería tener en sus grabaciones y directos y llegaron las colaboraciones con Eric Clapton, Joe Cocker o George Harrison, aunque fueron los Rolling Stones quiénes le reclutaron para sus filas en 1.970. La inclusión de Bobby, sumada a la de Mick Taylor, ayudó, según cuenta el mismísimo Keith Richards, a consolidar un sonido stone que había evolucionado del Rythm & Blues y el Rock & Roll primigenio a un Rock más guitarrero y robusto. Bobby Keys enseguida hizo muy buenas migas con el riff humano, habían nacido el mismo día, ambos compartían una visión del Rock & Roll Way Of Life y el gusto por el Jack Daniel's y otras sustancias. Esta afinidad enseguida levantó las suspicacias de esa zorra celosa que es Mick Jagger, siempre pendiente de los excesos de los demás (¡como si él hubiera sido un santo!) y de que la influencia de Richards no creciera por encima de la suya. El saxofonista desplegó su buen hacer en la santísima trinidad de los discos de los Stones ( Let It Bleed, Sticky Fingers y Exile On Main Street) antes de que las insidias de Jagger sobre su azarosa vida y hábitos provocaran su expulsión en 1973, fraguando una de las más grandes discusiones entre cantante y guitarrista. Era obvio que a Bobby Keys no le iba a faltar el trabajo y grandes como Faces, Warren Zevon, Lynyrd Skynyrd, John Lennon, Harry Nilson o Humble Pie adquisieron sus servicios en varias ocasiones, amén de un par de álbumes en solitario, colaboraciones con los proyectos de Keith Richards y alguna colaboración puntual con los Stones sin el visto bueno de Mick Jagger. Posteriormente, en 1982, fue readmitido en la banda de gira de Sus Satánicas Majestades, y así se mantuvo hasta el pasado octubre, cuando tuvo que dejarlo aquejado de la cirrosis que acabó de consumirle ayer mismo.
Sirvan estas líneas como modesto y sentido homenaje a un virtuoso que dedicó su talento a hacer a los grandes aún más grandes.
Que la tierra le sea leve.

The Rolling Stones - Live At Saint Worth (1972)


viernes, 28 de noviembre de 2014

MING CITY ROCKERS



"Escuchamos The Stooges, Eddie Cochran, Gene Vincent y nada más".
"Las canciones de tres acordes están bien, pero si pueden ser de dos, mejor".
Estas dos frases son bastante representativas de la banda de la que voy a hablar hoy, descubierta gracias a "El Sótano" y el gran Diego RJ, aunque en el caso dela primera quizá exista una cierta exageración. Ming City Rockers son una banda británica, de Immingham más concretamente que practican un Rock & Roll sucio, urgente y primitivo que los emparenta con la banda de La Iguana de Detroit, esa es la impresión que dan al escuchar la canción que abre su disco homónimo y primer single, "I Wanna Get Out Of Here But I Can't Take You Anywhere", pero, aunque sí la más evidente, The Stooges no son la única influencia de estos tres chicos con chica al bajo, las reminiscencias a los dos rockeros clásicos arriba mencionados se ven claramente en "Twist It", una especie de Jam-Session con Eddie Cochran y The Hives, "Gotta Outta Your Head" o "She's A Wrong'Un" y otras influencias se van asomando mientras vamos desgranando el LP, hay elementos del Punk más clásico en "I Don't Like You", "You Ain't No Friend Of Mine", aunque el solo recuerda a Ron Asheton, o "You're Always Trying Too Hard". Esa forma de acelerar y ensuciar el Rock & Roll más clásico les acerca también a Ramones y Dictators en "Chick And The Motherfuckers" o "Rosetta", que rememora lejanamente el "Loyola" de la banda de "Handsome Dick" Manitoba, "Sex Audio" es una pieza de riff muy vacilón que nos remite a los Cramps más insinunates, y hasta se atreven con una versión del clasicazo de Robert Johnson "Crossroads" que saben llevar a su terreno con destreza.
En resumen, estos chicos no han descubierto nada y quizá no merezcan tampoco ser elevados a ningún supuesto altar, pero los veintisiete minutos que dura "Ming City Rockers" son un ejercicio de diversión y perversión, y realmente eso es de lo que va el Rock & Roll.
Altamente recomendables.

Ming City Rockers - Ming City Rockers

martes, 25 de noviembre de 2014

NATIVE TONGUE



Ya he contado en alguna entrada anterior el maremagnum en el que se convirtió el mundo de la música rock durante los primeros años de la década de los noventa. A la irrupción del grunge como un elefante en una cacharrería deberíamos unir la incapacidad de las bandas de hard-rock, que habían dominado la música orientada a guitarras eléctricas hasta entonces, para encontrar su sitio en el nuevo panorama que se asomaba ante ellos. Grupos como Def Leppard o Extreme renunciaron a su esencia capital pariendo discos como "Slang" o "Waiting For The Punchline", respectivamente, meros ejercicios, fallidos ambos, de acercamiento a la nueva corriente por medio de un sonido más sucio y oscuro y voces más cavernosas, no coló. Otros como Bon Jovi se centraron en la vertiente más baladista y accesible de la banda con pingües beneficios mediáticos y económicos aunque su calidad se resintiera, Mötley Crüe había cambiado de cantante y lo cierto es que el disco homónimo lanzado con su nuevo vocalista no estaba nada mal, pero el público en gran mayoría no aceptó a John Corabi y el nuevo sonido distorsionado y feroz que trajo consigo.
Poison también tuvieron que enfrentarse a esa encrucijada de qué hacer ante la decadencia del rock más sleazy y la fuerza de la marea alternativa, aparte de verse en la tesitura de sustituir a su guitarrista original C.C. DeVille, y su solución no fue nada mala, no, señor. Para sustituir al as de las seis cuerdas de Brooklyn organizaron un casting en el que el primer elegido fue Steve Stevens, pero el ex-Billy Idol había firmado un contrato con el ex-Crüe Vince Neil y le fue imposible unirse a Brett Michaels y su banda, después se pensó en un por entonces novato Blues Saraceno pero a última hora se decantaron por Richie Kotzen, un joven guitarrista multidisciplinar destetado en el blues. Lo cierto es que la elección no pudo ser más inspirada, desde el minuto uno Kotzen se involucró en la composición de los temas que darían forma a su nuevo LP y el resultado fue un disco concebido a base de muy buenas canciones. "Native Tongue" vio la luz en 1.993 y ya desde su portada dejaba bien a las claras que las cosas habían cambiado en unos Poison que redujeron su consumo de maquillaje y lentejuelas al mínimo y se apuntaron a la frase que da título a uno de los discos de Aerosmith: "Let The Music Do The Talking".
"NativeTongue" se inicia con el tema homónimo, una pieza instrumental de percusión basada en tambores tribales. A partir de ahí el disco destila guitarras por los cuatro costados, Richie lleva a otra dimensión la música de la banda, sumergiéndolos de lleno en estilos que Poison habían probado de soslayo en canciones como "Poor Boy Blues", "Every Rose Has Its Thorn" o "Something To Believe In". Este álbum tiene mucho de blues, pero siempre respetando la vertiente más rockera del grupo, canciones como "The Scream", "Body Talk" o "Bring It Home" reflejan a la perfección esa comunión y otras como "Ain't That The Truth", con introducción muy funky, o las baladas "Stand", que se inmiscuye en el gospel con coro de iglesia y mandolina, y "Until You Suffer Some (Fire And Ice)", un tema que perfectamente podrían haberfirmado los Black Crowes, aportan variedad estilística y frescura. También hay terreno para diferenciar claramente el estilo compositivo, "Ride Child Ride" y "Blind Faith" suenan mucho más a los Poison de "Flesh & Blood" mientras que la instrumental "Richie's Acoustic Thang" y "Bastard Son Of A Thousand Blues" muestran todo el potencial de la escuela de lamúsica de raíces de la que provenía Richie Kotzen. Dejo para el final mis dos canciones favoritas, "7 Days Over You" remite al rock americano de toda la vida, no en vano colabora al piano el gran Billy Powell de Lynyrd Skynyrd, por su parte "Strike Up The Band" es un ejercicio macarra y poderoso con un estribillo en el que Richie muestra su otra gran aportación al disco, los coros.
Durante la gira de presentación de "NativeTongue" un Richie completamente ebrio tomó el micrófono y anunció a toda la audiencia que se estaba follando a la novia del batería Rikki Rocket, ese fue el fin de una formación brevísima dentro de la historia de Poison que nos regaló un disco que quién sabe si hubiera sido lo valorado que merece de haber nacido en otra época.

Poison - Native Tongue

miércoles, 19 de noviembre de 2014

DURA LA LLUVIA QUE CAE



Esta primera novela, ópera prima de Don Carpenter trata la historia de dos perdedores: Jack Levitt y Billy Lancing, el primero es un adolescente huérfano que malvive entre billares y hoteles decrépitos, el segundo un joven de color fugado de su casa, jugador y chapero. El libro abarca casi cuatro décadas, desde finales de los veinte hasta principios de los sesenta y narra las desventuras de este par de buscavidas tomando como partida su primer encuentro y retomando la acción años después cuando un Jack que lleva una vida de delincuencia vuelve a encontrarse con un Billy hasta entonces acomodado en la clase media de pack completo (mujer, hijo, negocio y amante) en un penal californiano, muy lejos del Portland donde se conocieron.
Leyendo esta breve descripción se puede pensar que se trata de una típica novela de losers americana, emparentada con las obras de la generación beat o el realismo sucio, pero no es así. La manera fría y rotunda de escribir de Carpenter no tiene nada que ver con la euforia de Kerouac o la apología de la miseria de Bukowski, Fante o Edward Bunker, tampoco aparecen para nada influencias del héroe perdedor de John Huston ni de la angustia adolescente de "Mi Idaho Privado", si hubiéramos de buscar relaciones de esta obra, estarían mucho más cercanas a Dostoyevski en "Crimen Y Castigo", incluso se aprecia cierto aroma de tragedia de Sófocles y una velada crítica a la política penitenciaria estadounidense.
Una novela que no te deja indiferente  y de lectura obligatoria.


viernes, 14 de noviembre de 2014

THE PADDINGTONS: FIRST COMES FIRST



The Paddingtons eran un grupo de cinco muchachos procedentes de la ciudad británica de Hull que lograron cierta notoriedad debido en parte a sus intensísimos directos y también al hecho de que popes de la moda pseudorrockera de aquel momento como el cantante Pete Doherty o el diseñador Hedi Slimane los apadrinaron, concediéndoles tocar en distintos festivales y teloneando a Babyshambles, banda del ínclito Doherty, los Paddingtons comenzaron entonces a incrementar su popularidad y la prensa "especializada"(o sea, el "New Mussical Express"), siempre ávida de carne fresca que paladear para engullir o escupir según se dé el caso, comenzó a igualarlos con otros hypes como los Strokes, Razorlight o los por entonces separados Libertines. En medio de este caldo de cultivo la banda lanzó "First Come First" su disco debut  en 2005, todo indicaba que sería el espaldarazo definitivo para entrar en la categoría de estrellas y ¿qué pasó?, pues absolutamente nada, el álbum tuvo unas ventas discretas y el intento de que Paddingtons tocaran en sitios de mayor aforo también se saldó con una rotunda decepción. La banda que se había acercado al sol como un moderno Ícaro veía ahora como caía con sus alas totalmente calcinadas. ¿Las razones de semejante bluff?. ¿Era tan malo "First Come First"?. Para nada. ¿Entonces?. Pues sencillamente que Paddingtons no eran tan parecidos musicalmente a Strokes o Libertines como se quería vender. Eran chicos vestidos con pantalones pitillo, chaquetas entalladas y zapatillas all-star, por otra parte como la mayoría de británicos de entre quince y cuarenta años, pero, mientras las bandas de Casablancas y Doherty buscaban cierto marchamo de intelectualidad mezclando las guitarras con composiciones más arty, los chicos de Tom Atkin le daban al Punk, lisa y llanamente, quizá se pueda encontrar una similitud con Strokes en la introducción guitarrera de"Some Old Girl", canción inicial del disco, y quizá haya algún guiño a la vertiente más macarra de los Housemartins, conciudadanos suyos, pero el LP destila rabia y bronca al estilo de Clash, Ruts, G.B.H, Buzzcoks, etc.con alguna tendencia a Ramones. Hull es, al parecer, uno de los sitios más tediosos de la Gran Bretaña, que ya es decir, no en vano existe una expresión popular que dice "Hull Is Dull" (Hull es soso). Los muchachos de The Paddingtons combatieron esa  apatía con alcohol, drogas y trallazos como "21", "Worse To Wear", "50 To A Pound", "Panic Attack" o "Tommy's Disease" entre otras, canciones guitarreras con letras preñadas de rabia post-adolescente, desesperación y gusto por las sustancias tóxicas. Todo aquello no funcionó porque The Paddingtons eran demasiado Punk para los Artys y demasiado Artys para los Punks.
Años después, la banda de la ciudad de los Tigers intentó reparar aquella situación con un nuevo disco, "No Mundane Options", autoeditado y en el que trataban de abandonar el sonido más sucio y mostrarse más evolucionados y cercanos al Pop-Rock que se demandaba cuando lanzaron su debut, de hecho, la canción que abría este segundo trabajo se titulaba "Punk RIP", muy gráfico. El segundo disco tampoco funcionó, la banda fue haciendo su actividad cada vez más escasa y acabó diluyéndose.
"First Comes First" ha seguido sonando en mi reproductor en alguna ocasión, cuando lo escucho no puedo más que alzar una imaginaria copa al cielo e invocarun brindis por los incomprendidos.

The Paddingtons - First Comes First (Álbum Completo)

jueves, 6 de noviembre de 2014

LICHIS: TIRANDO LA CABRA POR EL CAMPANARIO



He de comenzar diciendo que La Cabra Mecánica me aterraban. Me parecían uno de esos grupillos horribles que aparecieron en los años noventa tipo Mastretta o Jarabe de palo que hacían un Pop más o menos guarrete incluyendo elementos de otras músicas, lo que muchos denominaron mestizaje y no era más que una colección de canciones mediocres muy distantes de su propósito y lo de la cancioncita con María Jiménez y la del cupón de la ONCE ya eran para nota .
Lichis, líder de La Cabra, acaba de lanzar un disco en solitario titulado "Modo Avión" que se desmarca un tanto del sonido de su anterior banda para inmiscuirse en un tipo de música totalmente alejado de su anterior proyecto, Lichis apuesta por tomar influencias más norteamericanas, Rock, Folk, Blues, Country, etc. que ya había apuntado en cierta manera en los últimos estertores de La Cabra y, para ahondar en este tipo de sonido, se fue a grabarlo a Nueva York contando con músicos que habían colaborado con gente como Black Crowes o Elvis Costello.
Una vez escuchado el disco he llegado a la conclusión de que Lichis, si bien sí que se ha alejado de su grupo estilísticamente hablando, ha concebido otro disco fallido.
Lo primero que se te viene a la cabeza cuando escuchas los primeros acordes del inicial "Casi Rock N' Roll" es al Quique González de discos grabados en Memphis, sobre todo el más reciente "Delantera Mítica", y esta situación se repite varias veces a lo largo del disco, canciones como "Tinkywinky", "Dinero Por Nada", "Tal Vez Buenos Aires" (un rockero español cantando a la capital argentina con nostalgia, ¡qué prodigio de originalidad!) o "Televisión De Madrugada" (de lo mejor del disco) podrían formar parte perfectamente de un nuevo disco del cantautor madrileño grabado al otro lado del Atlántico, canciones ejecutadas perfectamente por sus músicos, órganos hammond, metales, slide y letras sobre imágenes iconográficas en plan partidas de póquer, polvo, recuerdos del pasado, etc. Para colmo, cuando Lichis se sale de la órbita Quique González se adentra en las de otros músicos con unos resultados muy pobres, "Salir A Asustar" se inmiscuye en un Rock clásico con toques folk que recuerda al Revolver más plagio de Springsteen, "Horas De Vuelo" es un ejercicio Country a lo Deltonos que no llega y "Tan Felices" recupera un aire songwritter demasiado parecido a lo que viene haciendo Lapido últimamente.
Por suerte,este álbum posee un par de canciones que sí merecen ser destacadas, "Tics Raros" es un ejercicio de Blues oscuro y sucio poco trabajado en España, muy en la onda del Johnny Cash más moderno o del ahora reconocidísimo Jack White. Por otra parte "Enemigos" es una balada de piano con un coro femenino que recuerda al "With A Little Help From My Friends" de Joe Cocker y también se deja oír.
En resumen, un disco bastante plano, de escucha sencilla y rápida, incluso agradable, pero que destila muy poca creatividad.

Lichis - Horas De Vuelo

miércoles, 5 de noviembre de 2014

WATTS: UNA HISTORIA QUE SE ESCRIBE EN LAS GUITARRAS



Puede pasar cualquier tarde, estás delante del PC y no sabes qué música ponerte, lo que realmente te apetece es descubrir alguna banda nueva y comienzas a poner referencias en el buscador del estilo "new bands riffs stones", vas leyendo los resultados entre bandas y discos que ya conoces como Quireboys, Black Crowes, Lions In The Street o el "Give Up But Don't Give Out" de Primal Scream hasta que llegas a un resultado que no te suena de nada. Vaya, una banda de Boston que tiene dos discos, se llaman Watts. Pues vamos allá.
Te sumerges en el Bandcamp de la banda y escuchas su primer disco "One Below All The Time Low", del 2007, bueno, no hacen nada innovador pero distan mucho de desagradarte. Comienzan con un tema titulado "20 To 12" muy potente y guitarrero y según avanzas vas captando la esencia del grupo, riffs stonianos y buenas melodías cercanas al glam y a la vertiente más pop del  punk, claramente reflejada en canciones como "She's A Rock N' Roller", "Pretty Revolution" o "Radio". Les das tu aprobación, te quedas con el buen hacer del vocalista Dan Kopko y prosigues con tu investigación. Ahora vamos al segundo disco "On The Dial", facturado dos años más tarde de su debut. Suena la primera canción, "Dancehall Days And Nights", los Stones de nuevo, a medida que te inmiscuyes en el disco vas advirtiendo una madurez en Kopko y sus colegas John Blout (guitarra), Craig LaPonte (bajo) y John Lynch (batería). La inmediatez punk se aparta ligeramente para dejar sitio a otro tipo de influencias pero, no nos engañemos, no se han convertido en Rush, esas influencias son AC/DC, Kiss, etc. y siguen sonando rockeros y divertidos en temas a destacar como "Chaperone", "She Wants To Rock", "Don't Mind" o "Fight Song".
Pasa el tiempo y un día de 2014 te enteras en las redes sociales de que Watts lanza un single que constituye un adelanto de un futuro nuevo disco, el single se llama "Flash Of White Light" y constituye una continuación del camino abierto por "On The Dial", un par de meses después aparece el disco, del mismo título que el avance, y confirma las  primeras intuiciones, con una mejor producción la banda ha hecho un disco en el que los Stones, Cheap Trick, AC/DC, Billy Idol y Status Quo se dan la mano. El subidón de temas como "Wrapped Like Angels", "The Mess Is The Makeup", "Trick" o "Ghosts In The Dancefloor" te hace congraciarte con aquella tarde en la que te decidiste a buscar nuevos grupos de música.
Este fue el camino que yo recorrí para conocer a losWatts, a vosotros os lo pondré más fácil:

http://watts.bandcamp.com/


lunes, 3 de noviembre de 2014

CHARLES BRADLEY



Charles Bradley es un soulman que debutó discográficamente en 2011 con el disco "No Time For Dreamin'", esto no debería resultar ninguna novedad de no ser porque el bautismo de fuego de este cantante le llegó nada más y nada menos que a los 62 años y existe una sorprendente historia detrás.
Charles conoció los sinsabores de la pobreza desde muy pequeño, su padre, único sustento de la familia, les abandonó siendo nuestro protagonista un niño, así las cosas, Charles, su madre y su hermano acabaron durmiendo en el metro de Nueva York y saliendo todos los días a buscar de cualquier manera unos dólares que pudieran proporcionarles, en este entorno de miseria se produce un hecho que cambiará la vida de Bradley para siempre. En 1962 su hermano y él consiguen colarse en el Apollo para ver en directo al gran James Brown, las pocas canciones que puede degustar antes de ser pillado y expulsado le influyen poderosamente de forma crónica, el joven Charles Bradley había encontrado un sueño: La música.
Charles crece y comienza a conseguir pequeños trabajos relacionados sobre todo con la construcción que le permiten una subsistencia más o menos digna pero se niega a abandonar su sueño y comienza a conjugar los empleos de mala muerte con actuaciones como imitador de James Brown, en los años siguientes los hoteles de mala muerte llenos de turistas sospechosos, las fiestas privadas de bajo presupuesto y los tugurios de clientela ebria conocerán las aptitudes vocales de un Charles Bradley que cada vez canta en tono más triste tras ver escapar su sueño de oropeles y gloria y enfrentarse a la muerte de su hermano, su protector y mejor, incluso único amigo.
Pasan los años y a Charlie por fin parece sonreírle la suerte, tras verle actuar en uno de los infectos esteblecimientos en los que solía trabajar, un tipo se le acerca y le habla de un pequeño sello discográfico situado en Brooklyn que se dedica principalmente al Soul. Ni corto ni perezoso el cantante se presenta en las oficinas del sello con un vídeo VHS que le muestra imitando al padrino del soul. Los responsables de la disquera, Daptone Records, quedan impresionados y comienzan a darle trabajo haciendo coros para los primeros espadas de la compañía, gente como Sharon Jones o The Sugarman 3 y trabajando a la vez como chapuzas en sus instalaciones, los dueños se muestran animados con la idea de que el neoyorquino lance un disco pero existe un problema, Charles, criado en la calle, no ha sido escolarizado, es analfabeto, su nivel de escritura y lectura está por debajo de lo básico y este hecho preocupa. Es en este momento cuando Charles conoce a su ángel de la guarda. En los estudios de Daptone Records solía trabajar un joven músico de estudio llamado Tom Brenneck, el muchacho traba amistad con Charles y le ofrece el acompañamiento de su banda, The Menahan Street Band, aparte de ayudarle a mejorar a leer y escribir. Durante ese tiempo que comparten Brenneck escribe varias canciones basadas en las vivencias e ideas que el cantante le transmitía en sus charlas y esas composiciones se convierten en "No Time For Dreamin'", el ansiado debut discográfico en el año 2011. El disco es acogido con gusto por los seguidores del soul  por el increíble sentimiento que desprende y la historia de Charles Bradley no hace sino ampliar la atención del público sobre él. La buena aceptación del público y la cantidad de canciones que su amigo Brenneck había escrito propician que a finales de 2012 vea la luz "Victim Of Love", su segundo LP que llega junto a la triste noticia de ñla muerte de su madre.
En la actualidad Charlie Bradley gira por todo el mundo mostrando su buen hacer,prepara nuevosdiscos junto a The Menahan Street Band y además da ejemplo de hombre que peleó por sus sueños y no se dejó tumbar por las vicisitudes. 
Un hombre, un sueño.

viernes, 31 de octubre de 2014

ARE YOU GONNA BE MY JET?



A principios del siglo XXI se inició una corriente a la que algunos avezados críticos de tendencia modernista llamaron "Nuevo Rock", era una moda iniciada por bandas como Strokes, Franz Ferdinand, Libertines, White Stripes, Interpol,etc. Realmente aquel nuevo Rock no era tan nuevo, pues la mayoría de esas bandas hacían música creada décadas atrás, ni tan Rock, pues gran parte de esas influencias venían del Post-punk y la New Wave y algunos medios relacionaron a esos grupos noveles con el indie.
Entre aquel torrente de guitarras Lo-Fi y teclados se coló el disco de cuatro chicos de Melbourne, los hermanos Cester y dos amigos, que rezumaba esencias de Rock & Roll clásico y resultaba un juguetón y muy sano ejercicio de repertorio guitarrero, el LP se titulaba "Get Born" y la banda era Jet.
"Get Born" no resultará un cambio en la vida de nadie, lo que unía a Jet con otras bandas coetáneas es que los orígenes de su música se hallaban en grupos de épocas pretéritas, pero cuando uno hace un disco que suena a AC/DC, Rolling Stones, The Kinks, Thin Lizzy, Aerosmith, The Who o The Kinks y lo hace bien apuesta a caballo ganador. Desde la urgente y stoniana "Last Chance", pasando por los recuerdos a Kinks de "Get What You Need", el aire a los Who de "Who's Next" de "Cold Hard Bitch" el tufo a Aerosmith de "Get Me Outta Here", los riffs básicos de "RollOver DJ" o "Take It Or Leave It", sin olvidarnos del hit que los encumbró "Are You Gonna Be My Girl", con línea de bajo calcada al "Lust For Life" de La Iguana de Detroit, este "Get Born" constituye un grandísimo ejercicio de Rock de escuela digno de figurar en las colecciones delos fanáticos del genero. Por ponerle un pero diría que sus incursiones beatleianas a loJohn Lennon en "Look What You've Done", "Radio Song", "Lazy Gun" o "Timothy" les acercan a un Brit-Pop que no guarda demasiado parecido con los nueve temas rockeros del disco, así como la balada "Move On", que recuerda al "Wish You Were Here" de Pink Floyd.
Los cincuenta o cien mejores discos de la historia del Rock fueron editados décadas atrás y es obvio que "Get Born" no iba a entrar en esa categoría pero para mí es un disco a tener en cuenta cuando quiero disfrutar de buena música orientada a las guitarras eléctricas.

Jet - Get Born

martes, 28 de octubre de 2014

BOARDWALK EMPIRE: NUCKY ON HEAVEN'S DOOR



Hará cosa de unos años, al cobijo de unos espirituosos, un amigo me comentó que en HBO se había dado forma a un ambicioso experimento de adaptación de una novela en forma de serie que narraría los tiempos de la "Ley seca" en Chicago y el ascenso de los grandes capos mafiosos al poder, además, el gran Martin Scorsese estaba involucrado junto a Terence Winter y Tim Van Patten, conocidos por su trabajo en "Los Soprano", y eso lo hacía aún más atractivo.
Un lunes de octubre en 2010 me puse delante del televisor para ver el estreno de "Boardwalk Empire", un primer capítulo dirigido por Martin Scorsese, que después se limitaría a la producción ejecutiva, de una estética impecable y que comenzaba a mostrar a unos personajes perfectamente definidos.
La serie tiene como epicentro a Nucky Thompson, el tesorero de la por entonces ya decadente Atlantic City ( personaje basado en el político real Lucky Johnson), un personaje de dobleces, un hombre amable y generoso que escondía una faceta ambiciosa y sanguinaria. El papel de Nucky está magistralmente interpretado por Steve Buscemi pero no sería justo dejar sin destacar otras puestas en escena como la de un Stephen Graham que se aleja de todos los papeles escrupulosamente británicos que solía interpretar y concibe un Al Capone impresionante, un gigantesco Michael Kenneth Williams como Chalky White, un gran Shea Whigham en el papel de Eli, hermano de Nucky, también el pujante Michael Shannon como el agente Nelson Van Alden y Vincent Piazza como Charles Lucky Luciano. Mención aparte merecen las dos principales interpretaciones femeninas, Kelly Mac Donald, estupenda en el papel de la recatada pero complicada Margaret y una estupenda Gretchen Mol, que ya era lo único salvable en la adaptación americana de "Life On Mars", que interpreta a Gillian Darmody de manera magistral.
Ha habido quien ha acusado a "Boardwalk Empire" de ser una serie excesivamente lenta y he advertido que esa crítica provenía en gran parte de fans de "Homeland", el otro hype televisivo de aquellos años, si bien es cierto que el desarrollo de la serie de HBO no es de un ritmo vertiginoso, esto viene justificado porque no es un proyecto de acciones sino de personas, "Boardwalk Empire" es un whisky que hay que paladear tranquilamente para ir conociendo los matices de personajes como Gyp Rossetti, Valentine Narcisse, Meyer Lansky, Jimmy Darmody, Richard Harrow o Arthur Rothstein y entrar en su mundo, en sus tribulaciones, grandezas y flaquezas, todo ello acompañado por una exquisita banda sonora que recopila la mejor música americana de los años veinte y treinta. Y lo cierto es que la fórmula de "Boardwalk Empire" ha salido victoriosa porque ha conseguido parir cinco interesantísimas temporadas mientras la marea inicial de "Homeland" ha dejado paso a tres temporadas agónicas de una serie que se ha convertido en una caricatura de sí misma.
Anoche vi el último capítulo de la serie del cual, obviamente, no voy a comentar nada. Solo puedo recomendar encarecidamente este producto de una altísima calidad y asegurar que será una de esas series
a las que se vuelve periódicamente para volver a degustarlas.

The Brianjonestown Massacre - Straight Up And Down (Boardwalk Empire's Opening Theme)

lunes, 27 de octubre de 2014

UN AÑO SIN LOU



Era un día como una película de Oliver Stone, un domingo cualquiera, salía de ver al Sporting claudicar ante Las Palmas en El Molinón, maldiciendo al personaje que ocupaba el banquillo de mi equipo, un cocinero con muchísima pluma y poquísimas aptitudes, fui a dar una vuelta con mi chica para distraerme un poco y templar los ánimos y en el camino de vuelta a casa surgió lo inesperado, puse un momento la radio de mi móvil para escuchar otros partidos y evadirme, dedican un momento a las noticias generales y al final del mini-boletín las palabras de la presentadora me golpean como una bola de demolición, Lou Reed había muerto en Nueva York. Estupefacción, asombro, perplejidad, me quedé paralizado en medio de la calle, sí, su estado de salud llevaba mucho tiempo sin ser bueno, pero hablábamos de un tipo que había sobrevivido a sobredosis y síndromes de abstinencia, que había esquivado el SIDA cuando tenía todas las papeletas para haberlo cogido, a alguien que siempre había estado allí y siempre, al menos era mi ingenua suposición, siempre estaría.
Busqué en las emisoras musicales y me encontré con que Radio 3 ya se había hecho eco de la noticia y estaban improvisando un pequeño homenaje, en ese momento comenzó a sonar "Satellite Of Love" y algo se desató dentro de mí, tuve que sentarme en las escaleras de una plazoleta y me asaltaron los recuerdos de una vieja cinta virgen Philips blanca y azul desvirgada por "Transformer" y "The River" de Springsteen, de leer apasionadamente la historia de Jim y Caroline en "Berlin" en las letras del disco, del fabuloso vídeo de "Dirty Boulevard" y el grandioso y para mí místico concierto de Santiago. Juraría que hasta se me humedecieron los ojos.
Yo me sentía muy cercano a Lou Reed sin compartir excesivas cosas con él, quizá solo el amor por las cazadoras de cuero, yo no compartía su aperturismo sexual ni he probado nunca las denominadas drogas duras, disto mucho de ser uno de esos lúgubres y decadentes personajes de los que habla en sus canciones, mi vínculo con Lou venía de mi identificación con su manera de esconder sus flaquezas y debilidades tanto musicales como personales, de mostrarse duro y áspero ante el temor a los demás y sus comportamientos hacia él, que es algo que yo también he utilizado en ocasiones.
En fin, que aquella oscura tarde de domingo el mundo se quedó sin el cantautor de la sordidez, el ángel de cuero al que cantaba Ramoncín, el tipo que escribió "Connie Island Baby", una de las mejores canciones de amor que se hayan hecho nunca, además dedicada a un travesti. Su mujer dice que murió apaciblemente mientras hacía Tai-Chi, quizá el final idóneo para alguien cuya vida fue un auténtico vértigo.
El mundo en su año uno después de Lou Reed sigue siendo básicamente el mismo, un lugar desapacible y corrupto en el que vivir se está convirtiendo en una auténtica peregrinación por el lado más salvaje y oscuro del comportamiento humano, pero al menos sé que hasta el día en que la naturaleza dicte mi final estaré acompañado por las canciones de este genio.
Gracias por todo, Lou.

Lou Reed - This Magic Moment

viernes, 24 de octubre de 2014

BRAND NEW HATE: HANGOVER & OVER



Los seres humanos a veces somos tan territoriales y pendencieros que podemos pasarnos la vida entera ignorando a nuestro vecino más próximo y ninguneando sus bondades. Esto mismo lleva sucediendo en el terreno musical entre Francia y España desde que los cantantes de canción ligera  y cantautores franceses fueron sustituidos por émulos patrios como Raphael o Joan Manuel Serrat y en el terreno del Rock la historia es prácticamente la misma, gente como Johnny Halliday, Telèphone, Zabriskie Point, Sonic Angels o Les Wampas han permanecido ocultos para el público  español al igual que los grupos estatales han sido prácticamente desconocidos en el país vecino, aparte de ciertos grupos radicales en el País Vasco-Francés. Si bien es obvio que el idioma ha sido un punto de separación importante, no es menos cierto que en ambos países ha habido grupos que cantaban en inglés y aún así no han sido capaces de tirar abajo esa barrera.
Brand New Hate son una banda proveniente de Saint-Étienne que deben su nombre al título de una canción de los suecos Backyard Babies, el grupo formado por Daddy O'Velvet a la voz y guitarra, Huby Love a la otra guitarra, Kid Subtitle al bajo y Lorenzo a la batería comenzó facturando un Rock muy agresivo cercano al Punk que los hermanaba con los propios Backyard, Hellacopters o los New York Dolls más cabreados, buena muestra de todo esto es su primer disco "Guitar Junkies" que data de 2.009.
Tras unos años girando y lanzando EP's los Brand New Hate han lanzado un nuevo LP de título "Hangover & Over" en el que las influencias más Hard y abrasivas dejan paso a una evolución basada en un enfoque más Glam y canalla de las canciones. La influencia de los Dolls menos ruidosos y más stonianos está presente en casi todas las canciones y se hace patente en "Feelin' Bad feels Good", que se encarga de abrir el disco. Otras grandes influencias a destacar son bandas de Glam-Punk-Rock como Hanoi Rocks y su cantante Michael Monroe o Dogs D'Amour (incuestionable las reminiscencias de las dos bandas en la festiva "Luv Machine"), no obstante, la influencia del Rock & Roll más clásico también aparece con homenajes a los riffs de Chuck Berry en "Loose Your Teeth" o "Sinners And Preachers" y la espectacular "Slow Down (And Do The Duck)", donde Daddy suena como una mezcla de Little Richard y Michael Monroe bajo un insinuante saxo y un final salvaje y garagero. También hay hueco para las influencias de los más grandes, losRollingStones, en "Hoochie Coochie Baby" y "I Need A Hand", ambas de riffs muy marcados y piano honky-tonk. "Anaconda S.S." nos remite a Ramones y al "Raw Power" de los Stooges mientras "Scream, Girl, Scream" estodo un ejercicio de Rock neoyorquino al estilo drogadicto y canalla de Johnny Thunders. El disco toca a su fin con "A Band On The Go", más que una canción un batiburrillo de caprichosidades que rinde homenaje al "Rock N' Roll Radio" de Ramones y el " I Love Rock N' Roll" de Joan Jett & The Blackhearts con Daddy cantando sus estribillos.
Un disco muy divertido, ideal para pinchar una noche de sábado para auténticos amantes del buen Rock & Roll y desfasar entre alcohol y electricidad.

Brand New Hate - Sinners & Preachers


jueves, 23 de octubre de 2014

THE QUIREBOYS AT 30



Esta historia, como tantas otras, comienza con un viaje en busca de un sueño, el que hizo en 1984 un jovencísimo Jonathan Gray, más conocido como Spike, desde su Newcastle natal hasta Londres con el fin de convertirse en un vocalista de Rock, en la capital de la Gran Bretaña aquel jovenzuelo se topó con otro oriundo de la ciudad de los Geordies, de nombre Guy Bailey, y decidieron compartir apartamento aparte de montar un grupo musical, aunque comenzaron llamándose The Queerboys pronto se dieron cuenta de que con esa nomenclatura no llegarían muy lejos y se convirtieron en The Quireboys. Fueron años de mucho tocar en bares, de telonear a bandas modestas y grabar maquetas hasta que en 1.989 cogen la escapada buena, una de sus maquetas es escuchada por miembros de Guns N' Roses que les ofrecen telonearlos en el Hammersmith Odeon y el single "7 O'clock" que inauguraba su contrato con Universal se mete en el Top 40. El siguiente paso es adentrarse en el primer mundo musical, Sharon Osbourne pasa a ejercer de mánager (¿?) y el grupo lanza su primer larga duración "A Bit Of What You Fancy" con una muy buena acogida en Gran Bretaña, no en vano la banda recogía la mejor esencia del Rock surgido en las islas (Stones, Faces, Bowie) y Spike era con diferencia el mejor de toda aquella hornada de vocalistas rockeros ingleses que soñaban con convertirse en el nuevo Rod Stewart. Tras cambiar de guitarrista rítimico al no encajar musicalmente el ínclito Ginger, del cual hablaremos otro día, la banda se embarcó en un maratoniano tour por el Reino Unido para después cruzar el charco a la conquista de los E.E.U.U. (donde son conocidos como The London Quireboys al existir ya unos Quireboys americanos), allí dieron varios conciertos en locales de aforo mediano y telonearon a estrellas como Iggy Pop, The Cramps o L.A. Guns, de vuelta a su país también abrieron para los Stones en Newcastle y participaron en el Monsters Of Rock '92 en Donnington Park junto a gente como Aerosmith, Poison o sus amigos de Thunder. Esta mastodóntica gira lleva a que su segundo disco "Bitter, Sweet & Twisted" no acabe de ver la luz hasta el '93, para entonces el panorama del Rock había cambiado y el Grunge copaba la atención del público, la atención prestada al disco fue nula, pero Axl Rose, gran fan del grupo (y que ignoraba que Slash soñaba con meter a Spike de vocalista de los Guns y expulsar al pelirrojo), les propone ser los teloneros de su gira europea. Tras esta gira los Quireboys deciden dejarlo durante un tiempo juntándose únicamente en el '97 para unos pocos conciertos debidos a la reedición de sus dos álbumes.
En 2001,con el amaine de la tormenta alternativa, Spike y Guy Griffin, guitarra rítmica, deciden volver a formar The Quireboys y, tras incorporar músicos nuevos, graban un nuevo LP, "This Is Rock n' Roll", con muy buenos temas pero que pasó bastante desapercibido. Los dos amigos deciden que TheQuireboys seguirán existiendo pero se tomarán temporadas más largas para dar rienda suelta a otros proyectos de sus componentes, mientras irán apareciendo algunos discos en directo,el fuerte de la banda. Su siguiente trabajo no aparecerá hasta 2.008, "Homewreckers & Heartbreakers", y temas como "Mona Lisa Smiles" captan la atención de un mayor número de fans. En 2013 aparece "Beautiful Curse", salen de gira y vienen a Gijón para dar un conciertazo absolutamente tremebundo. No muchos meses después lanzan "Black Eyed Sons", su último disco hasta la fecha que no es sino otra gran dosis de ese festivo, etílico y feroz Rock And Roll que mezcla  alguna novedad con sus grandes éxitos en vivo
Si de verdad os gusta el Rock y entre vuestras escuchas suelen estar Stones, Faces, Black Crowes, Diamond Dogs, Dogs D'Amour, Thunder o Aerosmith, dales una oportunidad a Quireboys, no te arrepentirás.

The Quireboys - 7 O'clock

martes, 21 de octubre de 2014

I'M NOT GONNA GO YOUR WAY



Lenny Kravitz nunca ha tenido los favores del público más netamente rockero, no se ve a auténticos amantes del Rock comprando sus discos, poniéndose sus camisetas o pinchando su música en bares rockeros de verdad. Los contundentes riffs de alguno de sus temas y sus colaboraciones con Guns N' Roses, alguno de sus miembros en solitario o su incursión en el disco de homenaje a Kiss han pesado mucho menos que factores como que la mayoría de sus discos más contundentes no pasen de ser una burda imitación del gran Jimi Hendrix, que sus baladas sean un tanto edulcoradas o sus incursiones en la prensa del corazón. El músico de color decidió hace un par de discos alejarse de ese Rock setentero que había practicado en discos como "Are You Gonna Go My Way" o "Mama Said" para ir acercándose más al Funk y el Soul y el resultado ha sido parecido, éxito masivo entre el público más convencional y recelo entre los fans del estilo.
Este "Strut" continúa la onda de sus dos discos anteriores, menos Hendrix y más acercarse a músicos como Chic, Prince u Otis Redding en el mejor de los casos y a Pharrell Williams en el peor.
El disco podría diferenciarse claramente en tres partes, a saber, la primera sería la parte Funk, que se inicia con "Sex", una composición que recuerda al Prince de"Alphabet Street", continuaría con el single "The Chamber", en la que Kravitz se decide a cantar como Seal con funestos resultados al intentar alcanzar las notas más altas, la cuarta canción, "New York City" evoca a Chic y aporta un poco más de elegancia que sus compañeras de subgrupo, cierran este resumen "Strut", que vuelve a las influencias Prince, y "Frankenstein", que serviría de enlace con el siguiente bloque, ya que las guitarras Funk se unen a un coro de Gospel y a cierto toque Soul, aunque aún peor resulta el tema que cierra el álbum, "Can't Stop Thinking Of You", Una suerte de mezcla Funk R&B que parece salida del catálogo del latoso y abominable Pharrel Williams. El Soul acapara la segunda subdivisión de "Strut", en forma de baladas como "The Pleasure And The Pain", "I Never Want To Let You Down" o "Ooooh, Baby, Baby", intentos frustrados de emular a Otis Redding, . El tercer bloque sería aquel en el que las canciones toman cuerpo de Rock y recuerdan al Lenny Kravitz de los primeros años, "Dirty White Boots" nos presenta un riff muy básico sobre un medio tiempo, "She's A Beast" es una balada muy Kravitz, hermanada con antiguas composiciones lentas como "Let Love Rule" o "Can't Get You Out Of My Mind", "I'm A Believer" es una divertida canción Pop-Rock y "Sweet Gritchey Rose" retoma el gusto de Lenny por mimetizarse con Jimi Hendrix, esta canción podría haber estado incluida perfectamente en "Are You Gonna Go My Way".
Como dato positivo hay que alabar la producción de Kravitz, mucho más que aceptable y que acerca las canciones a sus influencias más de lo que lo hace su voz.
En unos años en los que han aparecido artistas como Curtis Harding o Benjamin Booker, que sí consiguen hacer muy buenos discos conjugando el  Rock con la música negra, Lenny debería darse cuenta que lo suyo no es ser un músico de estilo sino un creador de hit singles, y a eso debería dedicarse.

Lenny Kravitz - I'm A Believer

lunes, 20 de octubre de 2014

EL FIN DE LOS AULLIDOS REBELDES



Billy Idol siempre me ha parecido un personaje minusvalorado en el mundo del Rock, creo que un personaje con un magnetismo físico y una grandísima aptitud como frontman, poseedor además de muy buenas canciones que conjugaban la dureza heredada de su época Punk en Generation X con estribillos fáciles y directos debería haber conseguido un éxito mucho más masivo. No fue así y tras un flojísimo disco tiulado "Cyberpunk" Billy inició una cuesta abajo que le sumió en el olvido del gran público y no volvió a publicar nuevo material hasta 2005 pero "Devil's Playground" resultó ser una nueva decepción.
A finales del verano 2014 el británico anunció al mundo que lanzaba un nuevo disco coincidiendo con la publicación de sus memorias, para este disco recuperaba a su mano derecha en los días de vino  y rosas, el guitarra Steve Stevens. El LP, de título "Kings & Queen Of The Underground" sale mañana al mercado pero yo ya he tenido la oportunidad de escucharlo y aquí está mi veredicto:
En este disco proliferan los medios tiempos, desde que Billy versionó el "Don't You Forget About Me" de Simple Minds para su recopilatorio parece haberle cogido gusto a este tipo de canción y es algo que se repite durante más de un corte de este álbum, lo cual lo convierte en excesivamente monótono, desde la inicial "Bitter Pill", saturada de teclados y con la típica y tópica letra de "Llegué a lo más bajo, pero aquí estoy, he vuelto" pasando por la soporífera "Save Me Now", "One Breath Away", "Eyes Wide Shut" o "Nothing To Fear", estas canciones parecen canciones compuestas para la banda sonora de cualquier culebrón o película para adolescentes de los ochenta o primeros noventa, repitiendo efectos tan trasnochados como la caja de ritmos o el eco en los estribillos. Por desgracia la cosa empeora con la canción que da título al disco, un fallido intento de balada épica con un principio planchado al de"Stairway To Heaven" que se queda en nada, más nociva aún es "Love And Glory", basta con decir que la melodía es un plagio del "With Or Without You" de los infames U2.
La única luz entre tanta sombra la aportan tres canciones, "Postcards From The Past", que hace honor a su título y recupera (aunque solo en parte) la energía del Billy Idol canalla de "Rebel Yell" o "Dancing With Myself", con un buen solo de Steve Stevens. "Ghosts In My Guitar" es un nuevo medio tiempo aunquemuy alejado de los anteriormente citado, de nuevo un buen trabajo de Stevens en una canción que conjuga muy bien la guitarra acústica con la eléctrica y en el que un Billy cantando con una voz más oscura delo normal añade un buen punto de lirismo. "Whiskey Pills" cierra este trabajo de forma acelerada, con unas líneas de bajo muy Punk, parece que el bueno de Billy se hubiera acordado de sus orígenes a última hora.
Me duele mucho decir esto porque, como he comentado antes, considero a Idol uno de los grandes y he disfrutado mucho de sus discos de los ochenta pero pienso sinceramente que este disco en general no hay por dónde cogerlo y que resulta mucho más interesante verle de gira tocando sus clásicos de siempre que pariendo canciones que no están a la altura.
Lo siento, Billy.

Billy Idol - Postcards From The Past

jueves, 16 de octubre de 2014

DICTADORES Y SALVADORES DEL ROCK AND ROLL



The Dictators siempre han sido vistos como una versión menor de los Ramones, lo cual posiblemente haya echado para atrás a muchos neófitos a la hora de acercarse al material de Manitoba y sus muchachos. Craso error. Es cierto que Dictators surgieron, al igual que los cuatro de Queens, a mitad de los años setenta dentro de la escena Punk neoyorquina auspiciada por el CBGB y que comparten influencias , no en vano Dictators versionaron el "California Sun" de Joe Jones dos años antes que Joey, Dee Dee y los demás, también el tema del look los hermanaba, ambos grupos lucían un estilo de lo más callejero y kinki, pero los Dictators eran un grupo con más amplitud en cuanto a ritmos que los Ramones, no mejores, pues no poseían ese halo de magia que rodeaba las canciones de los Fab Four, pero sí con más matices.
El primer álbum de Dictators, "Go Girl Crazy!", ha sido considerado por la prestigiosa revista Uncut el mejor álbum de Punk americano en la época 1975-1983, puede parecer exagerado pero lo cierto es que el disco constituye un ejercicio admirable de Rock And Roll festivo y urgente, "Handsome Dick" Manitoba, Ross "The Boss" Friedman, Scott "Top Ten" Kempner, Andy Shernoff y Ritchie Teeter parieron un LP con temazos como "The Next Big Thing", "Weekend" o "I Live For (Cars & Girls)", obligatorio de figurar en la colección de cualquiera que afirme que le gusta el Rock.
Desde entonces la trayectoria de Dictators ha sido como una montaña rusa y ha conjugado momentos de cierta brillantez con situaciones en las que parecía que la banda se iba al garete, en el '77 apareció "Manifest Destiny", disco en el que Shernoff deja el bajo al futuro Twisted Sister Mark Mendoza y se ocupa deunos teclados que le dan un enfoque más Hard-Rock a la música de los neoyorquinos. Al año siguiente llegaría "Bloodbrothers", un discazo en el que la desaparición de Mendoza devuelve a su sitio a Shernoff y éste, principal por no decir único compositor del grupo, libre de la influencia de los teclados compone temas geniales como "Baby Let's Twist", "Stay With Me" o "Borneo Jimmy". Tras este trabajo llega el primer conato de desaparición del grupo, Ross "The Boss" se va para fundar Manowar y Shernoff comienza su carrera como productor, Manitoba pasa de vocalista a taxista en menos de un año. En 1981 graban canciones inéditas para un disco recopilatorio llamado "Fuck 'Em if They Can't Take A Joke" pero la banda sigue en suspenso.
En 1.986 Shernoff y Manitoba se unen al guitarrista, productor y compositor Daniel Rey para formar el proyecto Wild Kingdom, en 1990 aparece su disco "..And You?", un prodigio de electricidad y urgencia de tan solo veinticinco minutos de duración, e inmediatamente Rey abandona la banda para centrarse en su colaboración con Ramones siendo sustituido por Ross "The Boss", Scott Kempner también volvió a la banda y así el proyecto Wild Kingdom terminó convertido en la reunión de Dictators, aunque tras la gira cada uno volvería a sus quehaceres habituales y no se reunirían hasta la década siguiente.
En 2001 Dictators enseñan al mundo "D.F.F.D", su primer disco con material nuevo bajo el nombre de Dictators en más de veinticinco años,el disco expande la excitación entre los fans de toda la vida pero no llega a tener un éxito reseñable a nivel de ventas, pese a contener, solo el single "Who Will Save Rock And Roll" consiguió cierta notoriedad en las radios norteamericanas. Tras la gira shernoff declara que no volverá a componer canciones para Dictators y da por finiquitada su estancia en la banda. En 2005 y 2007 se editan, respectivamente, un directo de nombre "Viva Dictators" y el recopilatorio "Every Day Is Saturday".
Actualmente Dictators sigue girando, aunque deben hacerlo bajo el nombre de Dictators NYC por problemas con Andy Shernoff, propietario de la nomenclatura original. Scott Kempner, aunque mantiene una buena relación y toca de vez en cuando con sus ex-compañeros, también ha abandonado el grupo para centrarse en su otra banda, The Del-Lords, de corte más clásico y reposado. El lugar de Kempner lo ha ocupado Daniel Rey, el cual será un refuerzo importante a la hora de componer material nuevo, sus composiciones para Ramones así lo demuestran.
The Dictators NYC tocan hoy en Gijón, en la sala Acapulco, ya habían estado en la misma sala el año pasado dando un concierto del que quien esto suscribe fue testigo, un concierto de Dictators se asemeja mucho a los de bandas como Mötorhead, AC/DC, Ramones o Status Quo, sabes lo que te vas a encontrar pero no por eso deja de ser divertido. Un Manitoba enorme como Front-Man y una banda bien conjuntada reparte buen rollo y buenas canciones a todo trapo haciendo las delicias del respetable
Manitoba y sus chicos preguntan en uno de sus grandes éxitos quién salvará al Rock And Roll. 
Si ellos encabezan esa misión de rescate pueden contar conmigo cuando quieran.

The Dictators - Stay With Me

The Dictators - Who Will Save Rock And Roll?

miércoles, 15 de octubre de 2014

YO TAMBIÉN SOY HOLDEN CAULFIELD



La foto de portada pertenece a la copia un tanto ajada de la novela que me compré hará unos dieciocho años por imperativo académico, ya que era el libro sobre el que iba a girar el segundo trimestre de literatura en primero de B.U.P. Así que tras la entretenida pero excesivamente edulcorada y previsible "Rebeldes" comencé a leer y enseguida se inició un vínculo entre la novela y yo. Esta no era una emotiva historia sobre unos gamberros guaperas y románticos, aquí se cuestionaban cosas, se trataban temas como la religión o el cinismo de la sociedad moderna y se narraban sin ambajes hechos como la muerte del hermano del protagonista que provoca que la cordura de éste penda de un hilo o el capítulo en el que contrata los servicios de una puta.
Era fácil que un preadolescente huraño y con una rebeldía hacia todo y hacia nada en realidad se quedase prendado de esta incendiaria novela que ataca los cimientos sobre los que basamos nuestras existencias.
El autor, J.D. Salinger, murió en 2010 y cuando leí el homenaje que se le tributaba en la web de "El país" observé que se había abierto una página para que la gente escribiese sobre él, la mayoría de comentarios eran de gente que, al igual que yo, habían leído "El guardián entre el centeno" en el instituto. Ignoro si los institutos siguen teniendo ese libro como posible lectura en la asignatura de literatura y si a los jóvenes que lo leen les está gustando, pero si es así sería una buena señal de que las nuevas generaciones no están del todo perdidas y que los propulsores de esta sociedad alienada con gusto por lo políticamente correcto aún no nos han vencido.